Reglamento General sobre Relaciones Laborales

Inspecciones dan cuenta de reiteradas violaciones

María Julia Mayoral
ma.julia@granma.cip.cu

Sin orden y disciplina difícilmente puede haber resultados óptimos en una organización productora o de servicios. Es una verdad tan elemental y obvia que parecería innecesario recordarla; pero la realidad comprobada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en miles de empresas y unidades presupuestadas del país, indica lo contrario.

En Salud Pública, como en otros sectores de elevada responsabilidad social, han sido detectadas fallas en la aplicación del Reglamento General sobre Relaciones Laborales.

Felicia Villarreal Sosa, directora general de la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo, indica que a partir de junio del 2005, luego de la aprobación del nuevo Reglamento General sobre Relaciones Laborales, especialistas pertenecientes a las direcciones provinciales y municipales de Trabajo y Seguridad Social siguen de cerca la aplicación de la resolución, como una forma de contribuir a la eficiencia.

Según explica la funcionaria del MTSS, los inspectores están revisando, entre otras cuestiones, el proceso de selección e ingreso de los trabajadores, control de las altas y bajas, contratación, convenio colectivo, reglamento disciplinario, actualización de los expedientes laborales, registro de entrada y salida del personal, atención a recién graduados en etapa de adiestramiento y programa de acogida a los nuevos trabajadores. También aprecian el clima de disciplina y el aprovechamiento de la jornada la-boral.

No todos los inspectores, reconoce Felicia, poseen igual grado de pericia; sin embargo, en la mayoría de las entidades visitadas hay problemas tan evidentes que salen a la luz con facilidad; por ejemplo, oficinas donde han encontrado trabajadores durmiendo o en animada tertulia, como si no tuvieran deberes por cumplir; lugares en los cuales ningún jefe controla la entrada y la salida de los empleados, entonces desde horas tempranas del día, hay quienes firman su supuesta hora de retirada en la tarde.

Entre septiembre y noviembre del 2005, indica la dirigente del MTSS, se chequeó el cumplimiento del Reglamento General de Relaciones Laborales en 3 507 entidades, solo 825 pudieron recibir calificación de bien y 1 958 merecieron la evaluación de mal. Las inspecciones realizadas durante los primeros cuatro meses del 2006 mostraron un comportamiento igualmente desfavorable: el 59% de las 3 502 organizaciones productivas y de servicios visitadas estuvo en los rangos de regular y mal.

Esa tendencia, precisa la especialista, sigue con-firmándose: una tercera ronda de inspecciones entre mayo y junio de este año, que también incluyó centros controlados anteriormente, concedió calificación de bien a solo 904 entidades en un universo de 2 027.

Aunque hay diferencias entre sectores, la Directora de la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo no considera oportuno ubicar a unos de punteros y a otros en la zaga, pues las dificultades detectadas resultan comunes. Prefiere alertar que casi nadie escapa a los errores, y ello incluye esferas con elevada responsabilidad social, entre ellas Salud Pública, Servicios Comunales, Comercio y Gastronomía.

Cualquier inspección con sus corres-pondientes criterios de medida puede servir de alerta, y ese valor de las que desarrolla el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para comprobar el cumplimiento de su Resolución 8 del 2005, en momentos cuando el más reciente Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba dejó abierto el debate nacional sobre la disciplina y la eficiencia laboral, porque el desorden y la ineficacia no pueden seguir campeando.

 

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