Noviembre
amaga con retomar las bajas temperaturas de épocas anteriores y emular
con enero y febrero al vaticinarse desde hoy un predominio de
condiciones invernales en las regiones occidental y central, debido a
la entrada de aire frío continental.
Incluso, no se descarta que en algunas localidades de ambas zonas
los termómetros registren en las próximas 48 horas valores inferiores
a 10,7 grados Celsius, reportado ayer en el poblado matancero de Indio
Hatuey, hasta el momento la mínima más notable de la presente
temporada.
Como la fuerza de los vientos de región noroeste debe incrementarse
de manera significativa, la sensación de frío será mayor en las
personas expuestas al embate del aire. Mientras en la mitad occidental
del archipiélago desempolvamos los abrigos, en el oriente la probable
continuidad de las lluvias obligará al uso precavido de capas y
sombrillas.
La doctora Cecilia González, investigadora del Centro de
Pronósticos del Instituto de Meteorología, explicó a este diario que
si bien noviembre suele ser relativamente fresco, en los últimos
tiempos ha sido algo más cálido de lo habitual y por eso puede parecer
llamativo este descenso notable de las temperaturas.
Según los datos ofrecidos por la especialista, la frecuencia
histórica de entrada de frentes fríos para este mes es de tres (la
misma cantidad de los registrados hasta ahora), pero por ejemplo en
1969 y en el 2002, llegaron seis.
También en el pasado hubo mínimas muy significativas en el onceno
mes del año. Baste citar las de 6,9 y 7,2 grados Celsius, ocurridas en
Tapaste y Güira de Melena, respectivamente, el 18 de noviembre de
1970.
González explicó que los efectos del anunciado retorno del evento
ENOS (El Niño/Oscilación del Sur) comenzaron a manifestarse en nuestra
área geográfica con la presencia, más al sur de lo habitual, de la
denominada Corriente en Chorro subtropical, procedente del Pacífico.
Esto favorece la formación de bajas extratropicales o ciclones
invernales en el sur de los Estados Unidos y el Golfo de México,
sistemas capaces de generar un mayor número de frentes fríos que
avanzan sobre Cuba, acompañados en no pocas ocasiones por bandas
activas de lluvia y tormentas eléctricas.