Francisco Martínez Neri, rector de la casa universitaria, comentó que el desmantelamiento de los bloqueos permitió abrir las aulas en completa calma, al tiempo que convocó a los estudiantes a reanudar sus actividades normales dentro de la institución.

La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca cuenta con ocho facultades donde estudian unos 15 mil alumnos, que volvieron a clases en medio de un clima de distensión por el retiro de las barricadas.

Igualmente trabajadores de confianza, administrativos y catedráticos también se incorporaron, por lo que quedó eliminada la versión de que uno de estos sectores laborales no acudiría a prestar sus servicios por falta de garantías de seguridad.

El rector de la máxima casa de estudios afirmó que la seguridad al interior de la universidad está garantizada totalmente y significó que con este paso de avance se evitó que los alumnos de las ocho facultades perdieran el ciclo escolar.

Adelantó que también se negocia el retiro de la barricada ubicada en el ala derecha del centro, a fin de que en breve sea levantada, y en relación con Radio Universidad, aun en manos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), también se negocia.

Al respecto, Martínez Neri informó la propuesta de liberar dicho inmueble a cambio de un espacio en las transmisiones para dar las noticias relacionadas con el movimiento social.

Entretanto, la APPO anunció que 50 personas resultaron heridas en los enfrentamientos que sostuvieron ayer con la Policía Federal Preventiva (PFP), y advirtió que no dará marcha atrás en su plan de acción para obligar la caída del gobernador Ulises Ruiz.

Voceros de la APPO ratificaron que reinstalarán y reforzarán su campamento en el ex Convento de Santo Domingo, arrasado ayer por desconocidos casi a la medianoche.

En conferencia de prensa dijeron que ya se tienen identificados a cuatro personas que se infiltraron ayer en la marcha que realizó la APPO para conmemorar el aniversario de la Revolución mexicana, a quienes responsabilizan con el enfrentamiento.

De las 10 personas heridas, la mayoría sufrió cuadros de intoxicación por los gases lacrimógenos y golpes.

La dirigencia de la APPO definirá este martes una serie de acciones, y no descarta que se instalen en las próximas horas nuevas barricadas para proteger las zonas donde permanecen los miembros de esa organización.