El segundo premio fue para Cuando bailo cha cha
chá, de Osvaldo Acosta, cantado por Laritza Bacallao con
orquestación de Rafael Limonta; y el tercero, lo ganó Deja tu
mensaje, de Alieng Abreu, quien lo interpretó, con arreglo de
Lasaga.
En el Payret se produjeron emotivos y halagüeños
momentos, acrecentados en la gala de premiación y clausura, con la
aparición de la cantoría infantil El Principito, dirigida por Clara
Cabrera, profesora del Instituto Superior de Arte, interpretando
Bailando cha cha chá, de Norberto Chang y el acompañamiento de La
Charanga de Oro; y de la compañía infantil del Ballet de Tony
Menéndez, en su simpática versión de El bodeguero, de Richard
Egües.
Cabe destacar las actuaciones de Ela Calvo, quien
tuvo que regresar al escenario para interpretar El viaje de partida,
de Concha Valdés Miranda, con el público aplaudiéndola de pie; la de
Ernesto Roel; y los hilarantes monólogos de Octavio Rodríguez (Churrisco)
y Carlos Ruiz de la Tejera, entre otros, pero se haría larga la
enumeración.
El ritmo sigue gozando de un reconocimiento
nacional e internacionalmente. Ejemplos sobran, y la loable fidelidad
de la Dirección de Cultura de La Habana Vieja y de Jesús (Chucho)
Hernández, director general del festival, ha servido para que mantenga
su presencia, pero hay que oxigenar su diseño, con mayor diversidad de
formatos instrumentales, la inclusión de variantes del género (mambo
chá, bolero chá) y más exigencia en la selección del elenco.