Asaltó las señales televisivas casi clandestinamente. Las minó de
una estética diferente a la usual. Venció las posiciones rancias que
pretendían engullirlo y demostró su astucia en la promoción del video
clip cubano.
Por eso Lucas ha permanecido durante buen tiempo frente a la
retina del televidente. Se le ha visto explorar en fuentes del género,
cambiar de piel en el afán de sobrevivir, camuflarse detrás de
símbolos visuales contemporáneos y cobijar —en un ejercicio poco común
en nuestros medios de difusión— el "harakiri" de la crítica a fin de
conseguir el boleto que lo ha bautizado contrafuerte del audiovisual
nacional.
Así recibe Lucas la presente edición. Descorrió sus cortinas
en la Casa de la Música de Galiano. Pasaron acreditados músicos,
talentosos realizadores, críticos¼ También
una pasarela de artistas de moda que se pretenden mecenas de ciertas
tendencias solo porque tiñen el ambiente de sonoridades que provocan,
sin demasiada dificultad, el bostezo de muchos de los que se
repantigan ante la pantalla.
Esta realidad no es solo un fenómeno local. Cientos de cadenas
mundiales fa-brican artistas de discursos melifluos cuya fecha de
vencimiento responde únicamente a los malabarismos del mercado.
Hinchan así un globo a desinflarse en cualquier punto entre la
carestía y la ignorancia.
Pero el problema de las frivolidades armónicas supera a Lucas. Es
una situación posible de analizar desde la promoción y la tan nombrada
diversidad cultural que a veces no se despliega a plenitud en los
principales medios de difusión, principalmente en la televisión.
Es una de las causas de que, por ejemplo, escuchemos el repiqueteo
constante de temas como el de un tristemente popular grupo que en un
arranque de minusvalía cultural amenaza con someter sexualmente a una
pervertida caperucita roja. Letras destinadas a ser barridas por el
tiempo.
No obstante, Lucas siempre selecciona videos que devienen
referentes artísticos. Maracujá, de Aldo López Gavilán,
dirigido por Pavel Giroud, y Era, de Santiago Feliú realizado
por Conrado Martínez, son dos de esas lúcidas propuestas que
prestigian el clip nacional y validan el proyecto de Orlando Cruzata.
Dejando a un lado lauros y nominaciones, uno de los aspectos más
significativos de Era es que expresa el aliento de ese
exponente de la Nueva Trova llamado Santiago Feliú, con toda la carga
poética nacida de su obra.
X Alfonso tampoco podía ausentarse del universo de las imágenes y
sonidos. Seleccionado en varios de los principales apartados por su
video Interrogante volvió a demostrar su clase interna-cional.
En representación del rock cubano, la banda Hipnosis obtuvo, entre
varias nominaciones, la de Mejor Video del Año con The Chosen One.
La elección debería ser un paso de avance en la promoción del rock.
Estriba en gran medida en la creación de estrategias que permitan
escoger y financiar las bandas, ya que muy pocas cuentan con el
respaldo monetario del mercado. Si no, corremos el riesgo de perderlas
en algún punto entre el olvido y el desaliento.
Estamos a tiempo de enmendar errores y de crear mejores tácticas.
Todavía despertamos con Lucas allí, en algún cambiante punto de
la televisión.