— Durante ocho años de labor en Guatemala los
médicos cubanos lograron reducir los índices de mortalidad materna e
infantil y mejorar la vida en las zonas más intrincadas del país,
reconocen hoy las autoridades.
"No sólo son facultativos especializados en curación, sino en
prevención, que con medios muy modestos han cambiado la vida de muchas
comunidades", declaró a la prensa el vicepresidente Eduardo Stein.
Los médicos caminan largas distancias para llevar la atención a las
poblaciones más olvidadas, que antes de su llegada difícilmente
tuvieron acceso a los servicios de salud, señala un amplio reportaje
publicado este domingo en el diario Prensa Libre.
Regiones marginadas del altiplano y norte vieron reducir la
mortalidad de mujeres en edad fértil de 400 a 170 por cada 100 mil y
la mortalidad infantil de 40 a 20, reconoció el ministro de Salud
Víctor Gutiérrez.
"No damos lo que nos sobra, sino que compartimos lo que tenemos",
declaró al diario Leonel Valdés, vicecoordinador de la brigada médica.
En 17 de los 22 departamentos guatemaltecos hay actualmente más de
300 profesionales, entre cirujanos, obstetras, pediatras,
microbiólogos, dermatólogos, enfermeros, técnicos e ingenieros.
"Se van a las comunidades y viven con los pobladores, los capacitan
y curan; ponen todo su esfuerzo", dijo el director del hospital de
Nebaj, Quiché, Isaías Juárez.
Desde su llegada a este país tras el paso del huracán Mitch, los
galenos ofrecieron más de 20 millones de consultas y contribuyeron a
salvar la vida a unas 230 mil personas.
Otro aporte importante —destaca el periódico— es la creación del
Centro Oftalmológico de San Cristóbal Verapaz, equipado con tecnología
de punta, y donde se han operado de la vista de manera gratuita más de
tres mil 600 pacientes.