Disgustados por la oposición
republicana a una reforma integral de las leyes migratorias,
centenares de hispanos acudieron hoy a las urnas en Estados Unidos a
depositar un voto de castigo contra esa agrupación política.
Después de batallar durante más de un año para alcanzar una
modificación de las leyes que regularizará la situación de 12 millones
de compatriotas, entre otras cosas, los latinos no pudieron superar el
muro que interpuso la mayoría congresional republicana.
Este martes, como pronosticaron, la mayoría de su voto se inclina
por los candidatos del Partido Demócrata, lo que pudiera conformar una
nueva mayoría que modifique el panorama político estadounidense,
desfavorable para ellos desde 1994.
Analistas de los actuales comicios advierten que aunque el voto de
los hispanos no sobrepasa los cinco millones de sufragios, si tiene
una importancia decisiva en estados donde la puja se manifiesta muy
cerrada.
Para la comunidad hispana, que con cerca de 43 millones de personas
es la primera minoría del país, llegó la oportunidad de mostrar su
rechazo al discurso antiemigrante de los republicanos.
Incluso, algunos latinos que apoyaban a los republicanos aseguran
que su voto se fue al bando demócrata como manifestación de protesta
contra el partido de gobierno.