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El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba obstaculiza la colaboración
entre ambos países para el desarrollo de una vacuna contra el cáncer,
denunció hoy el embajador de la isla aquí, Luis Delfín Pérez.
En una aplaudida conferencia en la universidad Ricardo Palma de
esta ciudad, el diplomático señaló que los obstáculos burocráticos que
forman parte de la política anticubana de Washington han frustrado la
labor conjunta para ese importante logro científico.
Precisó que las autoridades estadounidenses han autorizado la
colaboración pero condicionada a una serie de procedimientos
engorrosos que, en los hechos, la ha hecho imposible.
El cerco anticubano, que se remonta casi al momento mismo del
triunfo de la revolución, impide también que el pueblo norteamericano
tenga acceso a la vacuna contra la hepatitis B creada por Cuba.
Pérez hizo una amplia exposición sobre el bloqueo a su país, que la
legalidad internacional tipifica como genocida, por perseguir la
destrucción de la nación cubana, y dijo que la medida afecta a
ciudadanos y empresas de terceros países.
El embajador cubano confirmó que el próximo 8 de noviembre el tema
del bloqueo será nuevamente analizado por la Asamblea General de
Naciones Unidas, que desde 1992 ha adoptado resoluciones para demandar
el fin de la medida y son ignoradas por Estados Unidos.
Recordó que en 1992 la primera resolución de condena a esa política
fue aprobada con el voto favorable de 59 países, número que se ha
incrementado hasta que en 2005 contó con el apoyo de 182 de los 189
estados miembros de la ONU.
Pérez hizo una minuciosa exposición sobre el bloqueo, que calificó
del más prolongado y cruel de la historia de la Humanidad, por
constituir una guerra económica que afecta a todos los sectores de la
vida cubana.
Siete de cada 10 cubanos han nacido bajo el bloqueo, que ha
ocasionado a la isla pérdidas por 80 mil millones de dólares y que se
ha intensificado desde mayo de 2004 en virtud del Plan Bush contra la
isla, orientado a la anexión y recolonización de Cuba, indicó.
La conferencia de Pérez contó con numerosa asistencia de público,
que rebasó la capacidad del auditorio de la Universidad Ricardo Palma
y fue destacada por los organizadores como la más concurrida de un
ciclo de exposiciones de embajadores acreditaos en Lima.