El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques
Rogge, iniciará mañana su segunda visita a Cuba, ahora con la
intención de participar en el Congreso Mundial Deportes Para Todos.
Rogge asumió como presidente del organismo deportivo el 16 de
julio de 2001, en la sesión 112 de la referida entidad, celebrada en
Moscú, en sustitución del español Juan Antonio Samaranch.
El octavo presidente del COI nació el 2 de mayo de 1942, en la
pequeña ciudad belga de Ghent, en momentos en los cuales la Segunda
Guerra Mundial sacudía a Europa hasta sus cimientos.
Desde pequeño Rogge practicó varios deportes, unas veces por
simple placer y otras con la intención de representar a su país en
competiciones internacionales.
Sus excepcionales dotes como yatista lo llevaron a los Juegos
Olímpicos de México 1968, Múnich 1962 y Montreal 1976, mientras
alternaba en el equipo de rugby de su país.
Como regatista consiguió un título mundial de la clase Finn y en
otras dos ocasiones subió al podio para recibir preseas de plata.
Desde 1988 y hasta 1992 fue presiente del Comité Olímpico de
Bélgica y un año después fue elegido titular de la Asociación
Europea de Comités Olímpicos Nacionales.
En 1991 se convirtió en miembro del COI y en 1998 pasó a la
dirección ejecutiva del máximo organismo deportivo, desde la cual
forjó su candidatura para reemplazar a Samaranch.
Rogge es médico cirujano en la especialidad de ortopedia y
dirigió, hasta su nominación como presidente del COI, el hospital de
su ciudad natal.
Desde que asumió al frente del COI juró defender la herencia de
Samaranch, además de declararle la guerra al dopaje, al racismo y la
violencia.
"Lo primero -dijo- será defender y mantener la herencia de la
época de Samaranch. Segundo, necesitamos innovaciones para acercar
al COI a la sociedad, y en tercer lugar, aunque tan prioritario como
lo otro, tenemos que defender la pureza del deporte".
"Es necesario defender la credibilidad del deporte contra el
peligro del dopaje, la violencia y el racismo", fantasmas que, pese
a sus esfuerzos, aún perduran en el mundo del músculo.
La primera visita de Rogge a Cuba se produjo a finales de 2002,
ocasión en la cual se entrevistó por más de cinco horas con el
presidente Fidel Castro.