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Celima
Bernal
• Hemos hablado
mucho de la importancia de que exista concordancia entre el tiempo
de una forma verbal y el de las demás dentro de la oración; bueno,
incluso dentro del párrafo. Era quien tenía y fue quien
tuvo: Eso es lo correcto. Oí hace poco: "Era quien tuvo, fue
quien tenía". Tampoco debemos olvidar la de sujeto y verbo: Me
dieron ganas de verte. Sí, las ganas es el sujeto, y
dieron (me —a mí), el núcleo del predicado. Por eso es un error
decir: ¡Me da unas ganas de verte! Las ganas no da; sino dan.
A mí (me) no podría ser sujeto: nunca la preposición lo
encabeza. •Cuando una mujer habla, debe decir: una, al
referirse a ella misma. Veamos: Si una llega tarde al trabajo
siempre..., una piensa así..., a una le dicen cada cosa..., porque
una no entiende...
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