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Marchas y manifestaciones en 175 ciudades fueron anunciadas mañana
para expresar el descontento popular por las políticas criminales
aprobadas por el Congreso estadounidense a iniciativa de la Casa
Blanca.
Bajo la consigna "El mundo no puede esperar; fuera el régimen de
Bush", miles de persona expresarán su rechazo a la legalización de la
tortura, indican los organizadores.
Figuras famosas y líderes sociales acusan al gobierno de violar
derechos humanos, lanzar guerras ilegales y propagar tendencias
fascistas, a la vez que llaman a la destitución del presidente George
W. Bush y su gobierno.
El movimiento de protesta, que se inició hace un año, cobró fuerza
frente a la legalización de la tortura y la anulación de derechos
constitucionales bajo la ley recién aprobada por el Congreso y
promovida por Bush.
Los participantes en las protestas, incluidas prominentes figuras
del mundo de la cultura, política, de defensa de derechos civiles y
activistas, manifestarán su opinión de que la acción del Congreso
dominado por los republicanos es un paso hacia la tiranía.
Según los promotores de las marchas, en el país comienza a
registrarse una mayor respuesta a la iniciativa para legalizar la
tortura y anular la provisión contra la detención arbitraria para los
designados enemigos de este gobierno.
Si perdemos esta lucha, perdemos la democracia, advirtió Bill
Goodman, director legal del Centro de Derechos Constitucionales
durante un evento celebrado esta semana en la ciudad de Nueva York.
"Bush y compañía están determinados a destruir nuestra Constitución
y Carta de Derechos; no podemos permitir que lo logren", puntualizó.
La eliminación del "habeas corpus" (garantía contra la detención
arbitraria) para extranjeros designados como combatientes enemigos
ilegales por Bush, nos convierte virtualmente en esclavos en un Estado
policiaco, subrayó.
El actor Sean Penn, en un mensaje a los participantes en el propio
encuentro, acusó de "arrogante y cobarde" al gobierno de Bush y de
ordenar la matanza de "nuestros hermanos y hermanas, hijos e hijas" en
la guerra.
La actriz Olympia Dukakis apuntó que el régimen de Bush está
intentando rehacer la sociedad radical rápidamente, de una manera
fascista, y para las próximas generaciones. "Tenemos que actuar ahora;
el futuro está en juego", insistió.
"Silencio y parálisis son inaceptables", afirmaron en una
declaración Gore Vidal, Howard Zinn, Harold Pinter, Sean Penn y Jesse
Jackson, entre otras prominentes figuras.