El pedido del presidente iraquí,
Jalal Talabani, de que tropas y dos bases aéreas estadounidenses
permanezcan por largo tiempo en Iraq, aflora en el momento en que se
torna más difícil la situación de los ocupantes.
La solicitud ocurre en medio del incremento de militares muertos en
los últimos meses, la revelación de documentos de inteligencia que
reconocen el fracaso de la invasión y el clamor de la mayoría de los
norteamericanos que demandan retirarse de la nación árabe.
Talabani manifestó su deseo en una entrevista publicada hoy por el
diario The Washington Post, en la cual desea que unos 10 mil soldados
norteamericanos y dos bases aéreas asentadas en el Kurdistán
permanezcan "para prevenir la interferencia extranjera".
Estados Unidos, por su parte, incrementó hasta 147 mil el número de
efectivos desplegados en Iraq, al enviar entre julio y agosto pasados
a 20 mil militares más, contrario al anuncio de principios de año de
que reducirían las tropas hasta unos 100 mil.
Este refuerzo es paralelo a la tenaz resistencia de las fuerzas
insurgentes que en septiembre ocasionaron la muerte a 65 ocupantes: 60
estadounidenses, tres británicos y dos de otras naciones.
En los 25 días transcurridos del mes, con la excepción del cinco,
todos los demás cayeron norteamericanos en enfrentamientos con los
rebeldes, en su mayoría en regiones como Bagdad, Al Anbar, Falluja y
Ramadi.
La capital está desde hace más de dos meses bajo una intensa
vigilancia de más de 60 mil soldados norteamericanos e iraquíes, y aún
así resultan inefectivas las operaciones antiguerrilleras.
En Al Anbar informes de inteligencia del Pentágono reconocen la
pérdida de esta provincia, considerada bastión sunita, donde los
insurgentes dominan la vida política de la importante región.
La cifra de militares extranjeros muertos en Iraq desde el inicio
de la invasión y ulterior ocupación se aproxima a las tres mil en los
tres años y medio de guerra, al contabilizarse hasta hoy dos mil 937.
De ellos son de Estados Unidos dos mil 702, 118 británicos y 117 de
otros paísess de la coalición.
Un reciente documento consensuado entre 16 organismos oficiales del
espionaje norteamericano reveló que la guerra contra el país del golfo
Pérsico agravó el problema del terrorismo en el mundo, en oposición
abierta a la postura mantenida por Washington que lo niega.
El presidente George W. Bush expresó que retirarse de Iraq es
"darle una oportunidad" a los terroristas" y considera a este país
como punta de lanza contra ese flagelo.
Recientes encuestas indican que la mayoría de los estadounidenses
separa este conflicto de la guerra contra el terrorismo y considera
que fracasaron los intentos de pacificación.
Entretanto, un policía pereció y otros cinco resultaron heridos hoy
cuando grupos armados atacaron a una comisaría de la policía en Garf
al Sajr, al suroeste de Bagdad, señaló una fuente de seguridad