.— El
vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, descalificó hoy por
irreal un informe estadounidense que acusa a la nación sudamericana de
incumplir acuerdos internacionales antinarcóticos.
En declaraciones a la prensa, Rangel señaló que esos
pronunciamientos por parte de Washington "son un disco rayado" y nada
tienen que ver con la realidad.
Nosotros no le vamos hacer caso a esos señalamientos, pues son
básicamente políticos y no reflejan la lucha real contra el
narcotráfico de la cual Venezuela es un abanderado, subrayó.
Respecto a un acuerdo pendiente entre el gobierno nacional y la
Agencia Antidroga estadounidense (DEA), Rangel indicó que ese tema
está en manos del ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón, junto
a autoridades de la Cancillería venezolana.
Por otra parte, el vicepresidente aseguró que la confiscación de
droga en el país aumentó, al igual que las conexiones con organismo
internacionales para combatir ese flagelo.
Ello, dijo, constituye una evidencia de que se está actuando con
eficacia y todo el Estado venezolano está comprometido con la lucha
antidroga.
"Estados Unidos, reiteró, no tiene moral de hacer este tipo de
críticas pues el gobierno y el estado más inmoral del mundo es ése".
Una declaración de la Embajada venezolana en Washington precisó que
la Casa Blanca tiene una política de sustituir hechos por afirmaciones
sin sustento, por simples diferencias políticas, con el objetivo de
aislar a Venezuela.
Según el documento, desde enero a septiembre de 2006 Venezuela
incautó 35,6 toneladas de drogas y detuvo a 510 personas por delitos
vinculados al tráfico ilegal.
Recordó que en 2005 la Asamblea Nacional aprobó la Ley contra el
Crimen Organizado y la Ley contra el Tráfico y Consumo de Narcóticos y
Sustancias Psicotrópicas, que proporcionó herramientas adicionales
para el trabajo.
Otra de las acciones fue la aplicación de un plan piloto para la
frontera Sur-Occidental, con el objetivo de combatir el narcotráfico y
otros delitos en la extensa frontera con Colombia, de más de dos mil
200 kilómetros de largo.
La misión diplomática evaluó como demostración que Washington está
más preocupado por promover un cambio de gobierno que por la lucha
antidroga, la mención que hace el informe de mantener el
financiamiento para el supuesto "fortalecimiento de la democracia".