Autoridades venezolanas acusaron hoy a Estados Unidos de encubrir a
los responsables del asesinato del ex canciller chileno Orlando
Letelier y la voladura de un avión civil cubano hace 30 años.
En declaraciones a reporteros el vicepresidente venezolano, José
Vicente Rangel, denunció la existencia de un doble discurso pues
Washington "ampara a los terroristas que le conviene y rechaza, por
otro lado, el terrorismo".
Al término de un acto protocolar en el Panteón de la Patria, el
vicepresidente de Venezuela recordó al respecto los casos del
asesinato de Letelier y el sabotaje a un avión cubano en el cual
murieron 73 personas, hechos ocurridos en 1976.
Los responsables de ambos actos, los terroristas de origen cubano
Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, se encuentran bajo protección de
las autoridades estadounidenses.
El gobierno norteamericano se niega a cumplir una solicitud de
extradición presentada por Venezuela para juzgar a Posada, quien
organizó desde suelo venezolano la voladura del avión cubano.
"El gobierno de Estados Unidos va a tener que responder en estos
días que se cumplen 30 años del asesinato de Orlando Letelier en
Washington y la voladura del avión cubano, acerca de su doble discurso
sobre el terrorismo" subrayó Rangel.
Esa dualidad -agregó- tiene que terminar.
Durante la investigación sobre Posada luego de la explosión de la
aeronave de Cubana de Aviación se ocuparon en una empresa del
terrorista en Caracas mapas de Washington con el recorrido de Letelier.
Documentos desclasificados del Buró Federal de Investigaciones
(FBI) indican que Bosch y Posada se jactaron públicamente en Caracas,
del crimen de Letelier y anunciaron con días de antelación, la
explosión del avión cubano.
Autoridades cubanas denunciaron también que durante 30 años Estados
Unidos ha amparado a Posada y Bosch, pese a que los documentos
oficiales desclasificados en 2005 prueban que ese gobierno conoció el
plan del sabotaje con meses de anticipación.
El presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) de Cuba, Ricardo
Alarcón, indicó que Washington sabía del plan, quiénes eran y dónde
estaban los asesinos y desde entonces, a lo largo de tres décadas se
ha empeñado en impedir la acción de la justicia.
Posada también reconoció en julio de 1998 en entrevista con The New
York Times su plena responsabilidad por atentados con bombas ocurridos
en La Habana el año anterior incluyendo la muerte del joven italiano
Fabio Di Celmo, entre otras fechorías.