Venezuela: de los dinosaurios al partido único

MIGUEL LOZANO

CARACAS.— Lejos del control hegemónico que sectores opositores intentan atribuirle al Presidente Hugo Chávez, Venezuela muestra hoy un escenario de ebullición política poco común con 846 partidos nacionales o regionales inscritos.

Cifras del Consejo Nacional Electoral difundidas por la prensa local indican que en el país están registrados 103 partidos nacionales y 743 regionales, de las más variadas tendencias.

Sin embargo, el elevado registro para un país de apenas 26 millones de habitantes muestra solo un aspecto de un fenómeno de reacomodo o rediseño de la política nacional en la cual ya nada parece ser igual al periodo anterior a la irrupción de Chávez.

Para la política venezolana y salvando las distancias, Chávez viene siendo como el gigantesco meteorito que eliminó a los dinosaurios de la faz de la Tierra, en este caso los viejos partidos Acción Democrática y COPEI.

Con programas sociales que sustituyeron la práctica de incumplir promesas electorales, el Presidente venezolano asestó un golpe mortal a la vieja forma de hacer política y puso fin a estructuras como AD y COPEI que parecían parte misma del concepto político venezolano.

De COPEI, sarcásticamente se dice hoy que su militancia —por reducida— puede reunirse en los ascensores, mientras AD, que llegó a sumar tres millones de votos, apenas llegó a 300 000 en los últimos comicios a los cuales asistió.

Más aún, luego de las ausencias a las elecciones parlamentarias del 2005 —en un intento de evitar una derrota aplastante— y la decisión de no asistir a las presidenciales del 2006, además de pugnas internas, difícilmente pudiera considerarse hoy AD como partido político de arraigo.

Para algunos observadores locales, el cambio viene dado por el desprestigio de los casi 50 años de gobiernos alternos de AD y COPEI, que llevó a identificar "político" con una mala palabra y por transferencia minó la confianza en los partidos tradicionales.

Visto de este modo, pudiera pensarse que la proliferación actual de grupos se debe a la búsqueda de nuevas estructuras organizativas para llenar expectativas, que no abarcan ni siquiera el Movimiento V República (MVR) de Chávez.

En el campo opositor sucede algo parecido, con la creación de organizaciones de derecha que abarcan una amplia banda de posiciones, sobre todo enfocadas a intentar desligarse del pasado elitista y de corrupción de los dinosaurios políticos.

En cuanto a Chávez, baste decir que, la propuesta de reelección es apoyada por más de 20 organizaciones políticas, además del MVR que sigue siendo un movimiento más que un partido en el aspecto conceptual tradicional.

Otra explicación más sencilla para la proliferación de organizaciones es que los mecanismos de inscripción se flexibilizaron excesivamente y es relativamente fácil para cualquier venezolano con intereses políticos asignarse un partido propio.

Sin embargo, si la multiplicación refleja de alguna manera una confianza en las nuevas condiciones del país, en el campo revolucionario o chavista, la dispersión pudiera amenazar el avance al socialismo que propone el jefe de Estado para su nuevo mandato.

A partir del criterio de que ya el MVR está por cumplir su cometido histórico y se necesita un partido fuerte y aglutinador para emprender los nuevos retos ante la amenaza de Estados Unidos, Chávez propuso para el 2007 la creación de un partido único.

A grandes rasgos, según su propuesta, se trata de una organización de carácter socialista, cuya conformación deberá discutirse en un congreso de todas las organizaciones afines durante el próximo año.

Los líderes de los partidos aliados al MVR aceptaron la propuesta, aunque favorecieron abrir un proceso de debate y dar al congreso propuesto por Chávez un carácter ideológico, más que fundacional, a partir del criterio de que la unidad no puede decretarse.

De cualquier modo, el tema refleja que los cambios no han concluido y el 2007, luego de las elecciones presidenciales del próximo 3 de diciembre, deberá constituir un periodo de reordenamiento del cual no estarán ajenos los partidos que apoyan a Chávez ni los opositores.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Deportes | Cultura |
| Cartas | Comentarios | Ciencia y Tecnología | Lapizcopio| Especiales |

SubirSubir