BAGDAD, 7 de septiembre.— Estados Unidos perdió dos soldados en Iraq, hacia donde, en un esfuerzo desesperado, envió otros 13 000 efectivos para reforzar la lucha contra la resistencia, que prosiguió hoy acciones de rechazo a la ocupación extranjera.

El Comando Central de las tropas norteamericanas confirmó la muerte de un uniformado, a consecuencia de la gravedad de las heridas sufridas en un ataque rebelde, en la provincia occidental de Al Anbar.

Un segundo soldado pereció también la víspera en una operación contra la insurgencia en las cercanías de la localidad de Hawija, 240 kilómetros al norte de Bagdad.

En los siete primeros días del mes en curso Estados Unidos perdió 18 efectivos en Iraq.

Televisoras árabes recordaron que Washington incrementó hasta 140 000 el número de sus tropas aquí, en un intento desesperado por destruir la resistencia que a diario hostiga a los invasores.

En la jornada, varias explosiones estremecieron Bagdad con saldo de 20 muertos y 60 lesionados, en medio de las medidas de excepción aplicadas por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, de conjunto con el mando central de ocupación estadounidense.

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