Buen colofón del Preolímpico
Cuba-EE.UU., ¡siempre mucha tensión!
SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu
Más
de 40 000 aficionados aglomerados en el Latino, presenciando un
partido de alta tensión entre los dos rivales clásicos del béisbol
mundial, Cuba y Estados Unidos, fue el colofón del Torneo de
Clasificación Olímpica de América, evento de alta calidad donde la
región clasificó a dos equipos y tiene la posibilidad de un tercero
a la cita de Beijing.
Lamentablemente, el espacio es poco para reflejar todo lo
acontecido en el Coloso del Cerro. Pero —aunque sea sintetizado—,
considero necesarios algunos apuntes sobre el desempeño de ambos
conjuntos, quienes dieron lo mejor de sí sobre el terreno en aras de
un triunfo que iba más allá de lo estrictamente deportivo, pues los
dos tenían asegurado su boleto olímpico.
Dice un viejo refrán que el hombre es el único animal que
tropieza dos veces con la misma piedra. Si echamos la mirada hacia
atrás, recordemos a Palma en el juego frente a Estados Unidos en la
Copa de Holanda, abandonando el box en el cuarto capítulo, luego de
un encomiable esfuerzo. Ahora fue llamado al montículo con cuatro
días de asueto, cuando Deinys Suárez estaba fresco luego de cinco
innings lanzados ante Ecuador. Deinys, al igual que Montieth, son
jóvenes que necesitan una oportunidad para la consagración, mucho
más cuando ya la clasificación estaba del lado de acá.
Sigamos con el pitcheo. Un detalle llama la atención: entre Maya
y Lazo propinaron 13 ponches a la artillería norteamericana. Pero
ambos cometieron el error de insistir y volver a insistir con
lanzamientos rectos, muy bateables por encima del plato. No importa
a la velocidad que se tire, el ABC del pitcheo es sacar de balance a
los bateadores, no permitir que se adapten y se sientan cómodos. El
resultado: cinco cuadrangulares. Que sepamos, nunca un equipo rival
le había sacado la pelota más allá de los límites en cinco ocasiones
a los serpentineros cubanos.
El tema será todo lo recurrente que sea. Pero no nos cansaremos
de insistir en que nuestros pitchers necesitan superar sus evidentes
lagunas en el pensamiento táctico. La limitación a 100 de los
lanzamientos por parte de los abridores en la venidera XLVI Serie
Nacional pudiera ser de mucha utilidad para conseguir adelantar en
este aspecto tan importante del béisbol moderno.
En lo concerniente a la alineación, si el lanzador rival era
derecho —y Alexei Ramírez no estaba del todo bien al bate—, lo más
aconsejable era enviar a Urrutia a su posición en el jardín derecho
y colocar un designado zurdo, Ariel Borrero por ejemplo. Tabares,
con solo dos turnos durante toda la competencia, no era la mejor
selección. Faltó, a no dudarlo, otro zurdo en el equipo y el nombre
de Yoandry Urgellés rueda de boca en boca.
Estados Unidos se hizo representar por una excelente escuadra en
el Mundial Universitario y ahora trajo una amalgama de profesionales
de distintas categorías. Valga, además una aclaración: en Doble A se
agrupan muchos de los prospectos de Grandes Ligas, con edades entre
los 22 y los 25 años. Saltalamacchia, Reynolds, Billy Butler, entre
otros, son un ejemplo.
Por último, no olvidar nunca que este deporte está repleto de
contradicciones y resultados inesperados. Ese equipo norteamericano
que jugó tan bien a la defensa la noche del martes fue el mismo que
tuvo que sudar la gota gorda para doblegar a Brasil por la mínima
—cometiendo 3 pifias—, y luego cayó versus Venezuela, 9-12. Cuba,
por su parte, estuvo debajo por cinco ante Panamá. Un juego, a
niveles parecidos, lo gana cualquiera. Por esa razón, tenemos que
prepararnos mejor y escoger con mucho más cuidado a nuestros
representantes. |