La Oficina Técnica del
Ozono (OTOZ) de Cuba anunció en esta capital el inicio hoy de su
tradicional jornada anual para contribuir a incrementar la
preservación de ese escudo protector de la Tierra, contra los dañinos
rayos ultravioleta UV del Sol.
El plan de acción hasta el próximo 30 de septiembre comprende
encuentros, conferencias, intercambios de experiencias y otras de
carácter nacional, provincial y municipal, informó a la AIN el doctor
Nelson Espinosa Pena, director de la institución.
Las actividades serán en centros de trabajo y de estudio,
encaminadas a lograr mayor comprensión sobre los efectos de la
radiación UV, que puede causar cáncer de piel, cataratas en los ojos y
fallas en el sistema inmunológico en caso de que traspasen la barrera
que la bloquea.
Esa especie de sombrilla se encuentra amenazada por elementos
químicos conocidos por clorofluorocarbonos (CFC), que se mantienen
activos en la atmósfera antes de descomponerse en sustancias que la
destruyen.
La mayor parte de los CFC producidos en el mundo es utilizada en
refrigeradores, congeladores, sistemas de aire acondicionado y
aerosoles, y aunque el peligro de la contaminación obliga a
reemplazarlos, todavía existen en el ambiente.
Cada año, desde finales de la década de 1970, desaparece durante
septiembre una porción considerable de la capa protectora de ozono
estratosférico situada sobre la Antártica y se crea una especie de
agujero que mide 23 millones de kilómetros cuadrados, casi el tamaño
de Norteamérica.
El Protocolo de Kyoto, de la Convención Marco de la Organización de
las Naciones Unidas, estableció compromisos mínimos para los países
desarrollados de reducción de las emisiones de efecto invernadero y
quedó abierto a la firma de los Estados el 16 de marzo de 1998.
Estados Unidos se niega a suscribirlo a pesar de que, con menos del
cuatro por ciento de la población mundial, es el responsable de más
del 25 por ciento de las expulsiones de vapores dañinos a la
atmósfera. (AIN)