Diez
estrenos mundiales, entre ellos tres coreografías de la directora
del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, tendrán lugar en el XX
Festival Internacional, con sede en La Habana, del 28 de octubre al
6 de noviembre.
Fuentes de la compañía detallaron a Prensa Latina que cada noche
el público podrá disfrutar de una o dos obras nuevas, creadas para
esta ocasión por artistas cubanos y extranjeros.
Con el sello de Alonso subirán a escena Mozart divertimento,
dedicada a los 250 años del natalicio del insigne compositor
austriaco; y Desnuda luz de amor, concebida especialmente
para la prima ballerina italiana Carla Fracci.
La tercera es un proyecto audaz, Cuadros de una exposición,
inspirada en la partitura homónima del compositor ruso Modesto
Mussorgski, en alianza con destacadas figuras de la plástica de la
isla como Roberto Fabelo, Arturo Montoto, Zayda del Río y Cosme
Proenza.
El telón de boca lo pintará un artista renombrado, Alfredo
Sosabravo, con diseños complementarios de Ricardo Reymena. Como en
tiempos del legendario Diaghilev se fusionarán las artes en un
proyecto de alto vuelo.
Estructurado en 10 escenas, cada una de ellas corresponde a un
movimiento musical de la suite de Mussorgski y, según confesó,
Alonso se propuso recrear libremente los temas originales que
sugieren los títulos de las obras pictóricas que estimularon al
autor.
Por su parte, el conocido coreógrafo cubano Ivan Tenorio
presentará Teseo y el minotauro cuya apoyatura sonora la
constituyen canciones griegas antiguas orquestadas por Vangelis.
Entre los extranjeros, vale citar al canadiense Jean Grand
Maitre con Solitario sobre una partitura de Mozart; los
norteamericanos Igal Perry con Nocturno a partir de la música de
Federico Chopin, y James Kelly en una propuesta de creación
colectiva.
La compañía dirigida por Alicia Alonso asumirá, en todos los
casos, el montaje.
El programa es ambicioso y en el se insertan cubanos incorporados
a otras agrupaciones foráneas como Gonzalo Galguera, director
artístico y coreógrafo principal del Ballet de Magdeburgo, quien
preparó para el festival la versión danzaria de la Segunda Sinfonía
de Brahms.
Su coterráneo Pedro Consuegra, del Ballet de Marsella, Francia,
estrenará El botón de la rosa, a partir de una idea de Marius
Petipa, mientras que el joven Eduardo Blanco montará Danzas de
Mozart.
El genio de Salzburgo deviene así una de las líneas temáticas de
las propuestas que debutarán en La Habana.
A manera de regalo adicional, los espectadores cubanos tendrán la
oportunidad de disfrutar, por primera vez, de coreografías como
Potato y Memory, de Mats Ek; Delibes suite, de José Martínez;
Good night...Amadeus, de Patrick de Bana. Se suma Non, Je ne regrette rien, de Ivan Favier.
La XX edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana,
con tres teatros capitalinos a su disposición, se erigirá en un
escenario múltiple puesto a disposición de verdaderas leyendas como
Fracci y los argentinos Julio Bocca y Maximiliano Guerra.
Serán, sin embargo, muchos más. Una verdadera constelación
desplegada en toda su plenitud bajo la advocación de Alicia Alonso.
(PL)