Confiesa Díaz Balart que siente respeto y afecto por
terroristas
Raisa
Pagés
raisa.pv@granma.cip.cu
Los panelistas de la Mesa Redonda Informativa de ayer denunciaron
que el congresista Lincoln Díaz-Balart declaró a una televisora de
Miami que siente profundo respeto y afecto por personajes y familiares
de terroristas como Álvarez y Mitat, arrestados por trasiego de armas,
y que él y los otros dos congresistas de origen cubano están
realizando gestiones secretas para liberarlos.
Ellos no ponen bombas en mercados, argumentó cínicamente el
congresista Lincoln Díaz-Balart, cuando respondió a una periodista de
una televisora del Sur de la Florida.
Las cargas de muerte de terroristas como Posada Carriles, Santiago
Álvarez y Osvaldo Mitat, colocadas en hoteles y restaurantes de Cuba,
son convenientes a los ojos de este congresista de Miami. En esos
casos, según él, los asesinatos de civiles inocentes están
justificados.
Cabría preguntarse: ¿No existe una comisión de ética en el Congreso
de los Estados Unidos que les exija cuenta por hechos como estos?
Los principales dirigentes de la política norteamericana contra
Cuba están desconcertados por sus fracasos y, aunque se pasan el
tiempo hablando de una transición política en la Isla, realmente
debieran pensar en ese cambio en los propios Estados Unidos, habida
cuenta que es su política anticubana la que ha fracasado en más de 45
años.
Otro capo del Consejo por la Libertad de Cuba, clon de la Fundación
Nacional Cubano-Americana, Diego Sánchez, pidió en otro programa de
televisión una invasión de los marines yankis.
Siguen alentando el negocio del rencor a la Revolución cubana,
desconociendo la Historia y la Constitución de Cuba, de sus mecanismos
de dirección colectiva.
Una larga historia de intolerancia, de odio, se anida en Miami. Y
lo peor es que ha sido alentada por el gobierno de los Estados Unidos
de América. |