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— Al cumplirse el plazo impuesto por las potencias occidentales a Irán
para que desista de su programa nuclear, el Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA) presenta hoy un informe al respecto.
El OIEA, con sede en esta ciudad debatirá los pasos a seguir, luego
que el presidente de ese estado asiático, Mahmoud Ahmadinejad, reiteró
este jueves el derecho de su nación a desarrollar la energía del átomo
con fines pacíficos.
Las potencias occidentales deberían saber que el pueblo iraní no
cederá a la presión y tampoco aceptará ninguna violación de sus
derechos, declaró Ahmadinejad.
Esas naciones deberían abstenerse de imponer sanciones Irán,
consideró el jefe de Estado.
La Casa Blanca creó una crisis artificial en torno a los planes de
desarrollo nuclear de Teherán, al acusarlo de intentar la fabricación
de armas de destrucción masiva, argumento rechazado frontalmente por
la República Islámica.
De acuerdo con la resolución 1696 del Consejo de Seguridad de la
ONU, aprobada hace un mes, el director general del OIEA, Mohamed Al
Baradai, presenta un informe sobre el cumplimiento de esa disposición,
impuesta por las potencias occidentales.
El documento exige que Teherán suspenda todas sus actividades de
enriquecimiento y reprocesamiento de uranio, incluidas las de
investigación y desarrollo, y en caso de incumplimiento propone las
medidas que sean necesarias contra ese estado persa.
La resolución incluyó una propuesta de Alemania y los cinco
miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Rusia, China,
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia), acordada tras fuertes debates
para conciliar posiciones entre esas seis naciones.
Beijing y Moscú se opusieron al uso de la fuerza y demandaron que
la aplicación de sanciones internacionales esté abalada por pruebas
concretas.
Pero la República Islámica defiende su derecho inalienable de
procesar uranio con fines pacíficos, como lo hace ahora en unas 164
centrifugadoras, donde se produce uranio enriquecido con un grado de
pureza inferior al cinco por ciento.
En la fabricación del combustible para las centrales nucleares se
requiere de un enriquecimiento al 20 por ciento, mientras que las
armas nucleares exigen 80 puntos porcentuales.
Washington presionó en todo momento a la Junta de Gobernadores del
OIEA para llevar el asunto iraní al Consejo de Seguridad, en busca de
sanciones internacionales contra Teherán, a la cual la Casa Blanca
mantiene bajo restricciones unilaterales.
El informe de Al Baradei será presentado, al mismo tiempo, a la
junta de Gobernadores del OIEA y al Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas.