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Control en las aduanas
La ética si tiene sentido
REYNOLD
RASSÍ
rassi@granma.cip.cu
Hacer que se cumplan las políticas y normativas vigentes dispuestas
por organismos del Estado y prestar buen servicio a la población y a
los turistas, es la labor principal en fronteras (aeropuertos y
puertos) de los funcionarios y trabajadores de la Aduana General de la
República (AGR), quienes también realizan un tenaz enfrentamiento al
narcotráfico, terrorismo, contrabando y a otras ilegalidades.
Algunos
viajeros intentan burlar el control en fronteras y otros se disgustan
por la revisión del equipaje por funcionarios de la Aduana.
De igual forma, el Sistema de Órganos Aduaneros presta atención
sistemática a las violaciones de la legalidad y manifestaciones de
corrupción por parte de su personal, para lo cual mantiene medidas
internas para detectar esas deficiencias mediante la constante
supervisión y control en las aduanas.
También prioriza la atención al público, reclamaciones, quejas y
denuncias de la población con el propósito de perfeccionar el
servicio, todo ello a la vez es una fuente de información para mejorar
el trabajo.
En todas las oficinas de la Aduana en el país hay áreas para
recibir al público. Con ese fin, desde hace un año se han habilitado
también dos teléfonos (883-7575 y 883-8282) en las oficinas centrales
en la capital, en los que se recogen opiniones y quejas, y el
881-9732, y se ofrece información sobre dudas referidas a trámites
aduaneros.
De enero a junio de este año, en las oficinas de la Aduana General
fueron atendidas 699 personas y se recibieron 1 541 llamadas
telefónicas.
Luis González Barroso, jefe de Secretaría de la AGR, explicó a
Granma que los temas fundamentales planteados se relacionan con
procesos, solicitudes, reclamaciones y consultas referidas a trámites
en las aduanas. También se presentaron 98 quejas y denuncias, de las
cuales 83 fueron investigadas y concluidas, dos trasladadas a los
organismos que les corresponden y el resto continúa en investigación.
Las causas principales responden a inconformidad con el tratamiento
brindado por el inspector en el momento de la revisión del equipaje, o
con el decomiso de artículos por exceso; supuestos maltratos;
incomprensión y disgusto con el cobro del arancel por las
importaciones no comerciales; sustracción de artículos del equipaje o
pérdida de estos; y la falta o cambio de objetos que vienen en los
envíos postales, entre otros aspectos.
Añade el funcionario que el estudio arroja que como tendencia se
mantiene el desconocimiento de las normativas vigentes para la
importación y exportación de artículos sin carácter comercial, la
frecuencia con que se puede hacer uso de este derecho y el pago de los
aranceles correspondientes. La mayor parte de esos casos es asumida
como actuaciones poco profesionales del personal del Sistema de
Órganos Aduaneros. A lo anterior, acota, se une la inconformidad con
la legislación vigente en materia aduanera. La AGR mantiene de forma
permanente una batalla sin tregua contra las manifestaciones de
corrupción y otras ilegalidades por parte del personal aduanero. Sin
embargo, lamentablemente se han dado casos de ese tipo, los cuales
fueron descubiertos por denuncias de la población y los controles
internos de la institución.
González Barroso informó que en el primer semestre de este año se
investigaron 12 casos de delitos, en los que estaban involucrados 18
trabajadores, quienes fueron dados de baja de sus respectivos centros
y de ellos, nueve procesados por los Tribunales. Por conductas
inapropiadas y violatorias de la ética de los aduaneros, 20 miembros
de ese organismo fueron separados de la entidad.
Para la mayoría de los aduaneros, la ética sí tiene sentido y sus
principios se mantienen vigentes. En este semestre sus funcionarios
denunciaron 66 intentos de soborno, en gran parte de los casos para
permitir entrar artículos o evitar la revisión del equipaje. De esa
cantidad, 34 fueron propuestos por ciudadanos cubanos y otros dos por
extranjeros, en ambos casos residentes en el país, 15 por turistas, y
cinco por tripulantes de otros países.
A las personas que intentaron realizar sobornos se les aplicaron
diferentes medidas: advertencias oficiales (por escrito) a 13, y a
otros ocho verbales; decomiso de artículos a 14; llamadas de atención
a tres, y envío de carta a su centro de trabajo, a uno. Todos los
casos fueron registrados y controlados por la Aduana.
Por lo que se aprecia, es imprescindible para la AGR mejorar la
información pública sobre las regulaciones aduaneras, normativas
vigentes para la importación y exportación de artículos sin carácter
comercial y otros derechos y deberes También es necesario perfeccionar
las medidas de enfrentamiento a las ilegalidades, tanto las
provenientes del exterior como las que pudieran cometer sus
funcionarios y trabajadores. |