Nuevas inversiones en la industria alimenticia

El proceso inversionista que ejecuta el Ministerio de la Industria Alimenticia (MINAL) en la Empresa de Pastas Vita Nuova, posibilitará incrementar la producción de alimentos y de pastas hidrogelatinizadas, destinadas a las personas que no toleran la harina.

De las 31 fábricas nuevas o en proceso de ampliación, cuatro corresponden a la empresa de La Habana, y entre sus principales producciones estará la entrega mensualmente de 200 gramos de fideos a ambas provincias habaneras.

Las inversiones abarcan también la instalación de un grupo hidrotérmico en La Pasiega, una de las unidades de la Empresa, radicada en el capitalino municipio de Boyeros.

Vita Nuova se distingue por la calidad de sus producciones y entre sus surtidos tienen pastas largas y cortas, con un volumen mensual de 800 toneladas, que es posible incrementar hasta mil 300 y mil 400 cuando concluyan las introducciones tecnológicas que se realizan con el apoyo de los propios trabajadores de la entidad.

Felipe García Gil, subdirector económico de Vita Nuova, entidad perteneciente a la Unión Confitera del MINAL, informó que el plan de producción de este año, ascendente a 14 millones de pesos, se puede cumplir sin dificultad y a ello contribuirá al mejoramiento de las condiciones de trabajo.

Esta empresa cuenta además con el establecimiento Gambina, en el capitalino municipio del Cerro.

En una intervención en la última sesión del Parlamento cubano, Alejandro Roca, ministro de la Industria Alimentaria, expuso que han adquirido también para la industria confitera procesadoras de cacao, bombones y pastas alimenticias.

Otras inversiones del MINAL son las plantas para confeccionar yogur y productos de la industria de la carne, las cuales están en proceso de instalación o de ampliación.

Igualmente, dijo, ampliarán las capacidades de almacenaje en cereales y granos y montarán 980 modernas panaderías eléctricas contratadas en la República Popular China, de las cuales ya fue inaugurada recientemente la segunda del país en el municipio habanero de Bejucal.

Esas panaderías poseen una alta tecnología que ahorra energía eléctrica, humaniza el proceso productivo y garantiza mayor calidad en la terminación del alimento. (AIN)

 

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