BAGDAD, 3 de agosto
(PL). — La inseguridad continúa marcando la vida
en Iraq, donde hoy fuentes policiales reportaron la muerte de 25
personas y cerca de 30 heridos por atentados explosivos, tiroteos y
ejecuciones.
Por lo menos 12 personas perdieron sus vidas y 29 recibieron
lesiones, por la detonación de una bomba colocada en un vehículo cerca
de la capitalina plaza Rusafi, en la zona comercial de la calle Rashid.
Los agentes consideran que el atentado fue dirigido contra el
mercado.
Testigos de los rescates dijeron que tras detener incendios en
varios negocios, muchos heridos debieron ser trasladados a los
hospitales en automóviles particulares, porque las ambulancias no
llegaban al escenario de la detonación.
Ninguna organización asumió la autoría del hecho, considerado por
fuentes oficiales como un suceso más en los enfrentamientos entre
comunidades.
Según la Policía, otras 13 personas murieron por acciones armadas o
sus cadáveres fueron encontrados en varias partes de Iraq.
Grupos de hombres armados balearon a muerte a por lo menos cuatro
personas en Bagdad, Amara, Mosul y Basora, afirmaron los agentes en un
balance sobre las acciones en el centro, norte y sur de este país.
Esas mismas fuentes aseguraron que nueve cuerpos fueron extraídos
este jueves de las aguas del río Tigris.
Todos esos sucesos coincidieron con la visita sorpresiva a Iraq del
ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Taro Aso, para abordar el
asunto de la reconstrucción de este país árabe destruido por la
guerra.
En declaraciones a medios de prensa, el canciller nipón notificó el
envío de un préstamo de tres mil 500 millones de yenes, unos 29
millones de dólares.