Integración con inclusión social

NIDIA DÍAZ, enviada especial

CÓRDOBA, Argentina, 21 de julio.— Debemos asumir un proceso de integración, teniendo en cuenta que vivimos en una región como la nuestra, que sufrió procesos de vaciamiento económico, de exclusión social, de marginalización, que casi nos dejaron como el patio trasero del mundo, expresó el presidente Néstor Kirchner, al dejar inaugurado el segmento final de la trigésima edición de la Cumbre del MERCOSUR.

Kirchner llamó la atención acerca de que la integración es un proceso complejo, largo y no exento de dificultades al tiempo que constituye un continuo proceso de aprendizaje del que se derivan saltos cualitativos.

"Nada que no pueda resolverse" por lo que "no tenemos que ocultar las diferencias, sino enfrentarlas y resolverlas para poder enfrentar juntos los desafíos del mundo globalizado", agregó.

El MERCOSUR, subrayó, es una herramienta para la construcción de nuestros países; es un proyecto estratégico que nos permite insertarnos en el mundo en defensa de nuestros problemas regionales.

Insistió en que debe haber integración, "pero no de cualquier manera" porque para que "sea efectiva requiere de equidad, de un desarrollo productivo y un comercio justo, de la lucha contra la pobreza, la marginalidad, de la defensa de los derechos humanos, de la profundización de la democracia".

Al hacer un balance del avance del bloque en los últimos meses, destacó los pasos que se están dando con vistas a la integración de un Parlamento del MERCOSUR; la adopción de la estrategia de crecimiento del empleo, de los acuerdos incluidos en torno a los aranceles y del Código aduanero que deberá entrar en vigor en el 2009, así como la iniciativa de un Banco del MERCOSUR para contar con fondos para el desarrollo y los proyectos del Gran Gasoducto del Sur, todo lo cual, advirtió, constituyen aspectos básicos de este proceso que tiende a una Sudamérica unida y en paz.

Kirchner llamó a otros países como Bolivia y México a sumarse como lo hizo Venezuela al bloque de integración sudamericano, proceso que constituye, según expresó, un desafío y una alternativa.

La sesión matutina continuó con las intervenciones de los mandatarios. Los primeros en usar de la palabra fueron los jefes de Estado de Uruguay y Paraguay, quienes representan las economías más débiles del bloque y son objeto de algunos diferendos. Tabaré, por ejemplo, al referirse al conflicto actual que sostiene su país con Argentina por el tema de las papeleras, dijo que jamás descartará el diálogo con su vecino porque parafraseando al Che Guevara, recordó, "que la dureza de nuestra lucha no lastime la ternura de nuestros corazones".

Brasil, por su parte, se comprometió a hacer avanzar el bloque bajo su presidencia Pro Tempore.

Entretanto, Hugo Chávez al hablar por primera vez en nombre de Venezuela como socio pleno, se refirió a los proyectos que tiene y puede tener el bloque en materia social, y las dificultades que tendrá que enfrentar ante quienes desde posiciones hegemónicas le auguran y desean el fracaso.

Michelle Bachelet, mandataria chilena, agradeció la hospitalidad, el cariño y la amistad de la que ha sido objeto. Saludó la estrategia de integración política y económica en busca de sociedades más integradas y equitativas en la región.

Tras reconocer la existencia de un poder hegemónico, llamó a profundizar en un proceso multilateral internacional que pueda hacer frente a esa realidad de hoy. Pidió reflexionar sobre el valor de la diversidad en la unidad y la necesidad de profundizar la lucha contra la pobreza.

Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, dijo que sentía que la presencia de Fidel, "el hermano mayor", nos daba más comprensión de la importancia del MERCOSUR y si Cuba entra, "mi pueblo, los pueblos indígenas, todos me van a obligar a entrar al MERCOSUR en busca de solidaridad, igualdad y de justicia social".

 

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