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La llama azul del
Realengo 18
Texto y foto: Jorge
Luis Merencio Cautín
REALENGO 18,
Guantánamo.—Una límpida y azulada llama se resiste a apagarse
desde hace más de 15 años en un hogar de estas rebeldes montañas,
paradigma de las luchas campesinas por el derecho a la tierra que
trabajaban.
Alternativa válida para una energía limpia y barata.
El fuego, producido por
un biogás, energiza sin interrupción desde entonces el
refrigerador de la familia de Gilberto Martín Pérez, un incansable
campesino propietario de la finca La Esperanza, en la comunidad de
San Fernando.
No pocas personas,
conocedoras de esta fuente alternativa de energía renovable,
aseguran que el biogás construido por Gilberto es el más antiguo
de Cuba.
Algunos dicen que supera
en años al del espirituano Pedro Espineira, e incluso a la planta
que ya tiene 15 años, propiedad del Ministerio del Interior en
Camagüey.
Para Gilberto lo más
significativo no es el posible récord de su pequeña planta, sino
el beneficio que le ha aportado a su familia durante tanto tiempo,
entre unas lomas carentes hasta el momento de energía eléctrica.
Cada vez que bebo agua
fría, o me percato de cómo se conservan los alimentos en el
refrigerador, valoro mi biogás, comenta el sexagenario campesino.
Explica que su equipo
consta de dos digestores, los cuales cargan diariamente con dos
latas de cinco galones de excreta vacuna, materia orgánica que
prefiere por su capacidad de producir gas biológico.
Él usa un digestor por
el día y otro por la noche. Así garantiza una explotación
eficiente de la planta y de su valioso combustible. Según expertos,
este supera en valor calórico al gas manufacturado, en uso en
muchos hogares cubanos.
La aplicación de tal
técnica proporciona energía limpia y barata, y protege al medio
ambiente, al eliminar vectores y malos olores de la materia
orgánica, de la que se obtiene abono de buena calidad.
La pasión de Gilberto
por el biogás ha motivado la creación de una planta de mayor
potencia, capaz de suministrar energía para la cocción de sus
alimentos y otras necesidades del hogar. |