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Del lado de lo que creo
Diálogo con la Presidenta de la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba
JOEL MAYOR
Joel@granma.cip.cu
De niña, Estela
Hernández soñaba con una gran biblioteca. Su padre, al menos,
consiguió que asistiera a una escuelita rural donde no había ni
asientos ni libros. Fue el hombre más trabajador que ella conoció;
sin embargo, muchas veces regresaba a casa sin ganar un centavo.
Realizaba la labor a la que más temía: bajar al fondo de un pozo
para limpiarlo. Pero en aquella época los deseos costaban caro.
Entre el 17 y el 23 de julio celebraremos el aniversario 31 de la brigada Frank País trabajando en labores agrícolas en Artemisa.
La pequeña nacida en
Artemisa formó sus convicciones entre las vivencias amargas de esos
años y las páginas escritas por Martí. Conoció el Evangelio. Se
conmovió con la epopeya de un gran número de jóvenes, vecinos
suyos, que asaltaron el cuartel Moncada. Escuchó Radio Rebelde y se
puso del lado de lo que creía era justo.
Una mañana llegó la
Revolución. "Pero solo aquel día en 23 y 12, supe lo que yo era".
Efectivamente, socialista, como proclamó Fidel que sería la nueva
obra. De modo que hay mucho en común entre el ejercicio de esta
mujer como Presidenta de la Fraternidad de Iglesias Bautistas de
Cuba y la batalla por una sociedad mejor que lidera la dirección
del país.
"Hubo
momentos difíciles, de incomprensión, entre creyentes y no
creyentes. Entonces, se desarrollaban trabajos voluntarios y los
cristianos no asistían. Mi esposo Juan Naranjo, Raúl Suárez y yo,
pensamos que nuestros jóvenes debían sumarse también. Así
surgió la brigada Frank País, con una labor ininterrumpida a lo
largo de 31 años.
"Comenzamos
en Bainoa. Desde el pasado año, trabajamos en Artemisa. Participan
jóvenes de todas las iglesias, de las bautistas y de otras
denominaciones, sembrando caña, recogiendo café, limpiando papa...
Ha sido un medio para acercarnos más los creyentes y no creyentes.
Lo que no pudieron las conferencias, charlas y sermones lo logró el
surco."
Parece que eso de tender
puentes le place de verdad, porque le acerca a personas de valía. A
pesar de los poderosos, nuevamente se ha abierto el sendero que
conduce a una parte de lo mejor del pueblo norteamericano hacia
Cuba. Los Pastores por la Paz están en Cuba y es Estela quien
preside el comité que distribuirá cuanto trae la Caravana.
"Este
año el tema son los niños. La ayuda estará destinada
principalmente a los impedidos físicos o con retardo mental. Hay un
muchacho al que le traen un sillón que va creciendo con él en cada
caravana. Este es un trabajo que causa una enorme alegría, con un
premio grande, no en monedas sino en la carga de amor".
Estela se resiste un
poco a hablar de cuanto hace. Le disgusta acaparar protagonismo. Sin
embargo, no rechaza desafío alguno, trátese de jóvenes
descarriados o alcohólicos que enrumbar, enfermos de SIDA que
atender u otras bellas causas.
En estrecha
coordinación con el Partido y el Gobierno, los suyos han llevado
almuerzo y cariño a los pacientes de hemodiálisis en el hospital
Neurológico, confeccionaron canastillas para entregar a un grupo de
mamás en el América Arias y celebraron el cumpleaños de cinco
pequeñas del Hogar de Niños Sin Amparo Filial del municipio de
Playa.
Pastora de la iglesia
William Carey (situada en J y 25, en el capitalino barrio del
Vedado) desde hace 40 años, esta mujer defiende sus principios con
la pasión de quien conoce cuanta fuerza poseen. El ser humano no
tiene precio, asegura. Sin embargo, ha sido testigo de una maniobra
de la CIA para provocar divisiones en las iglesias y desestabilizar
al Gobierno cubano.
Según revela,
individuos procedentes de los Estados Unidos se acercan a personas
con necesidades y les ofrecen dinero. "Traen mucho. Lo usan para
comprar conciencias. Pero los cristianos cubanos no lo aprobamos.
Queremos que lo que lleve a las personas a aceptar la fe sea el
estilo de vida de Jesucristo, no las cosas materiales".
"Incluso,
lo han intentado con nuestros pastores. Detrás está la mano del
gobierno norteamericano, no de su pueblo —que ama al nuestro— ni
de sus iglesias. Quieren perjudicar la unidad."
Precisamente por estos
días se celebra el aniversario 65 del Movimiento Ecuménico, la
armonía entre las iglesias y con el Estado, los ideales comunes. Y
Estela cierra filas en torno al Socialismo, no admite cambios que,
insiste, hagan a Cuba "volver atrás". |