WASHINGTON, 7 de junio (PL).
— La defensa del terrorista internacional Luis
Posada Carriles valora hoy otra maniobra para la liberación
del criminal, esta vez amparada en los testimonios de políticos y
ex militares estadounidenses.
"Estamos tratando de establecer
que Luis Posada siempre fue un instrumento empleado y pagado por el
gobierno de este país (Estados Unidos), que ahora, por
conveniencias políticas, pretende calificar de terroristas a las
mismas actividades que antes promovió", alegó el abogado
Eduardo Soto.
De acuerdo con la edición en
español del diario The Miami Herald, Soto pretende recurrir al
senador y ex candidato presidencial John Kerry y al coronel Oliver
North, figura central del escándalo Irán-Contras.
Según el abogado, Kerry, North y
"otros más" podrían ser llamados como testigos, para
demostrar que su cliente actuó durante años bajo la conducción y
el respaldo del gobierno estadounidense.
Uno de los pasajes que se propone
resaltar la defensa es la participación de Posada Carriles en
acciones contra la Revolución Sandinista, en particular su
vinculación al Irán-Contras, culebrón destapado durante el
gobierno de Ronald Reagan.
El escándalo estalló al trascender
que Estados Unidos financiaba los grupos contrarrevolucionarios
nicaragüenses con dinero proveniente de la venta de armas a Irán.
La operación era ejecutada por la
Agencia Central de Inteligencia (CIA) y dirigida por Oliver North,
entonces miembro del Consejo de Seguridad Nacional.
En opinión de Soto, el senador Kerry
fue "una pieza clave en la investigación del caso
Irán-Contras'", y posee conocimiento suficiente de los
informes y testimonios que registran la participación de Posada, ex
agente CIA, en esos hechos.
Con el pseudónimo de Ramón Medina,
el criminal se hallaba en la base de Ilopango, en El Salvador,
cuando estalló el escándalo en 1986, tras el derribo en Nicaragua
de un avión estadounidense, piloteado por Eugene Hassenfus.
Kerry intervino desde entonces en las
investigaciones sobre las implicaciones del Consejo de Seguridad
Nacional (NSC) en el abastecimiento bélico a la contra
nicaragüense utilizando las ganancias de las ventas de armas a
Irán.
En el juicio contra Posada Carriles,
previsto para el próximo 6 de julio en un tribunal federal en El
Paso, Texas, el tribunal evaluará la petición de habeas corpus
para el terrorista, presentada a inicios de abril último.
Soto aspira a que las autoridades
liberen el criminal y le otorguen la ciudadanía estadounidense en
pago a sus servicios al Ejército norteamericano de 1963 a 1965
durante la guerra de Viet Nam y, años después, como agente pagado
en operaciones en Centroamérica.
El delincuente internacional se
encuentra en un centro de detención en Texas, donde fue recluido en
mayo de 2005 tras aparecer en público en Miami y quedar en
evidencia su entrada ilegal a Estados Unidos.
Hasta ahora sólo ha sido encausado
por ese delito migratorio, pese a la solicitud de extradición
presentada por Venezuela, cuya justicia lo demanda por su
responsabilidad en el atentado contra un avión cubano en 1976,
acción en la que perecieron 73 personas.
Sus antecedentes criminales también
incluyen la planificación de una serie de atentados con bombas en
1997 contra instalaciones turísticas de La Habana, en una de las
cuales murió el joven italiano Fabio di Celmo.
Posada Carriles entró ilegalmente en
Estados Unidos luego de ser indultado en 2004 por la entonces
presidenta panameña Mireya Moscoso, antes de dejar el cargo.
Junto a otros tres terroristas,
cumplía una sentencia en una cárcel de Panamá tras organizar un
atentado contra el presidente cubano, Fidel Castro, en el contexto
de la Cumbre Iberoamericana del año 2000, celebrada en ese país.