BAGDAD, 1 de junio (PL).
— Soldados
norteamericanos asesinaron a una madre y su hijo de siete meses de
edad durante una redada en Al Wend, al oriente de la ciudad santa
iraquí de Kerbala, denunció hoy una fuente oficial.
El presidente del concejo municipal
de Kerbala, Uqeil al Zebeidy, declaró que la víspera los militares
estadounidenses mataron a cinco ciudadanos, entre ellos a la mujer y
el pequeño, y demolieron por lo menos tres casas.
Ese hecho, en medio del escándalo
internacional por la masacre de 24 civiles indefensos en la
población de Haditha, coincidió con el asesinato de una mujer
embarazada cuando se dirigía a un hospital para el alumbramiento en
el norte de esta capital.
Los soldados norteamericanos también
mataron anoche a dos mujeres que viajaban en un carro hacia el
nosocomio de la norteña ciudad de Samarra, mientras que el chofer
resultó herido.
Las mujeres se nombraban Nabiha
Nisaif Khassim, de 35, quien estaba a punto de dar a luz, y su prima
Saleha Mohammed, de 57, ampliaron las fuentes.
El conductor del carro, hermano de
Nabiha, afirmó que no hubo señales para que detuviera al
transporte, lo cual hizo cuando le dispararon. Los médicos
intentaron infructuosamente salvar al bebé.
Pocas horas antes se había difundido
una denuncia de que las tropas estadounidenses masacraron en la
misma ciudad de Samarra a dos mujeres y a un minusválido.
Un oficial de la Policía testimonió
que hubo un tiroteo frente a la casa de esos ciudadanos, los
soldados estadounidenses penetraron y los mataron. En la vivienda no
se hallaron armas, ni había activista alguno.
Las acusaciones sobre desmanes y
crímenes contra civiles iraquíes sobrepasaron recientemente los
límites al conocerse el caso de la localidad de Haditha, donde el
19 de noviembre de 2005 infantes de marina norteamericanos
masacraron a 24 civiles.
Testimonios difundidos por la propia
prensa estadounidense precisaron que entre las víctimas había
mujeres y niños.