Lo afirma Anglada

He sido feliz dirigiendo a Industriales

SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu 

Foto: RICARDO LÓPEZ HEVIASANTIAGO DE CUBA.—No resulta difícil conversar con Rey Vicente Anglada. El director de Industriales es un hombre extrovertido, siempre dispuesto a dialogar con la prensa, sin importar que el momento es de tensión, minutos antes del sexto juego de la finalísima por el título.

Esta ha sido la más difícil de las tres últimas victorias de Industriales. No pudimos conquistar ninguna de las tres etapas en el Latino. Pero el equipo nunca se desanimó, ni siquiera cuando estuvimos al borde de la eliminación en el 5-3 frente a la Isla, para mí la más riesgosa de todas, por su brevedad. Todos tuvieron una actitud positiva, sin pensar nunca en la posibilidad de la derrota.

Sé que todas las victorias son colectivas en este deporte. Pero ¿puedes hablarme de un pelotero en particular?

Si me obligas, te diré que en este campeonato Rudy Reyes se ha revelado como un peloterazo, al cual en ocasiones el terreno le queda chiquito. Puede desempeñarse en tres posiciones del infield, posee un tremendo brazo, es rápido y ha progresado enormemente a la ofensiva; es el mejor utility de la pelota cubana. Pero junto a él brillaron otros, como Deinys y Montieth, dos jóvenes valores del pitcheo y la artillería zurda (Yasser, Mayeta, Urgellés y Scull), sin duda la mejor de todas.

Tu opinión de la XLV Serie Nacional, en general.

Es indiscutible que tuvo calidad. De ella salieron los peloteros que pusieron el nombre de Cuba por los cielos en el Clásico Mundial. Se jugó con garra, con deseos, desde el primer choque de la temporada hasta los play off. Pero faltan muchos poquitos, desde el mejoramiento del pensamiento táctico hasta el cuidado de los terrenos, sin olvidar la confección de los uniformes. La pelota es un espectáculo en el cual todo debe de ser bonito, elegante, para disfrutarlo mejor.

Tres títulos en cinco años. ¿Satisfecho?

¡Claro que sí! Cuando llegué, nunca pensé en ganar tres campeonatos. He tenido la suerte de dirigir a un grupo de peloteros de altísima calidad, que se entregan en cada salida al terreno, por amor a su bandera y por respeto a la afición capitalina en particular y a la de todo el país en general. Te puedo decir que me he sentido feliz dirigiendo a Industriales.

Esa última frase me sonó a despedida.

Tienes razón. Han sido cinco años muy difíciles, de noches sin dormir pensando en quién será el abridor de mañana, a quién pongo en la alineación por un jugador lesionado o en slump. Dirigir un equipo de béisbol en nuestro país es una tarea complicada, pero dirigir a una selección como Industriales —para muchos el equipo insignia de la Serie Nacional—, se torna en ocasiones una tortura.

Además, son meses alejado de la familia, viéndola de vez en cuando. Creo haber cumplido con la tarea que se me encomendó. Nunca pensé salir airoso en tres oportunidades, algo que solo lo han conseguido directores como Jorge Fuentes o Higinio Vélez. Pero sí te digo que extrañaré a mis jugadores y a la afición. A todos les doy las gracias por los buenos momentos y por la comprensión en los malos.

La conga dejó de tocar. El Guillermón comienza a vaciarse. La Serie Nacional número 45 es ya historia. Industriales es el campeón y volverá la próxima temporada con nuevos bríos y nuevo mentor.

Más información: http://www.granma.cubaweb.cu/eventos/45serie/playoff 

 

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