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Lo afirma Anglada
He sido feliz dirigiendo a Industriales
SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu
SANTIAGO
DE CUBA.—No resulta difícil conversar con Rey Vicente Anglada. El
director de Industriales es un hombre extrovertido, siempre
dispuesto a dialogar con la prensa, sin importar que el momento es
de tensión, minutos antes del sexto juego de la finalísima por el
título.
Esta ha sido la más
difícil de las tres últimas victorias de Industriales. No pudimos
conquistar ninguna de las tres etapas en el Latino. Pero el equipo
nunca se desanimó, ni siquiera cuando estuvimos al borde de la
eliminación en el 5-3 frente a la Isla, para mí la más riesgosa
de todas, por su brevedad. Todos tuvieron una actitud positiva, sin
pensar nunca en la posibilidad de la derrota.
Sé que todas las
victorias son colectivas en este deporte. Pero ¿puedes hablarme de
un pelotero en particular?
Si me obligas, te diré
que en este campeonato Rudy Reyes se ha revelado como un peloterazo,
al cual en ocasiones el terreno le queda chiquito. Puede
desempeñarse en tres posiciones del infield, posee un tremendo
brazo, es rápido y ha progresado enormemente a la ofensiva; es el
mejor utility de la pelota cubana. Pero junto a él brillaron otros,
como Deinys y Montieth, dos jóvenes valores del pitcheo y la
artillería zurda (Yasser, Mayeta, Urgellés y Scull), sin duda la
mejor de todas.
Tu opinión de la XLV
Serie Nacional, en general.
Es indiscutible que tuvo
calidad. De ella salieron los peloteros que pusieron el nombre de
Cuba por los cielos en el Clásico Mundial. Se jugó con garra, con
deseos, desde el primer choque de la temporada hasta los play off.
Pero faltan muchos poquitos, desde el mejoramiento del pensamiento
táctico hasta el cuidado de los terrenos, sin olvidar la
confección de los uniformes. La pelota es un espectáculo en el
cual todo debe de ser bonito, elegante, para disfrutarlo mejor.
Tres títulos en
cinco años. ¿Satisfecho?
¡Claro que sí! Cuando
llegué, nunca pensé en ganar tres campeonatos. He tenido la suerte
de dirigir a un grupo de peloteros de altísima calidad, que se
entregan en cada salida al terreno, por amor a su bandera y por
respeto a la afición capitalina en particular y a la de todo el
país en general. Te puedo decir que me he sentido feliz dirigiendo
a Industriales.
Esa última frase me
sonó a despedida.
Tienes razón. Han sido
cinco años muy difíciles, de noches sin dormir pensando en quién
será el abridor de mañana, a quién pongo en la alineación por un
jugador lesionado o en slump. Dirigir un equipo de béisbol en
nuestro país es una tarea complicada, pero dirigir a una selección
como Industriales —para muchos el equipo insignia de la Serie
Nacional—, se torna en ocasiones una tortura.
Además, son meses
alejado de la familia, viéndola de vez en cuando. Creo haber
cumplido con la tarea que se me encomendó. Nunca pensé salir
airoso en tres oportunidades, algo que solo lo han conseguido
directores como Jorge Fuentes o Higinio Vélez. Pero sí te digo que
extrañaré a mis jugadores y a la afición. A todos les doy las
gracias por los buenos momentos y por la comprensión en los malos.
La conga dejó de tocar.
El Guillermón comienza a vaciarse. La Serie Nacional número 45 es
ya historia. Industriales es el campeón y volverá la próxima
temporada con nuevos bríos y nuevo mentor. Más
información: http://www.granma.cubaweb.cu/eventos/45serie/playoff |