Gobierno francés sobrevive a moción de censura

PARIS, 16 de mayo (PL).— El gobierno del primer ministro Dominique de Villepin aprovechó hoy la mayoría que ostenta la gubernamental Unión para un Movimiento Popular (UMP) para sobrevivir a una moción de censura presentada por la oposición.

La medida, sólo apoyada por 190 de los 577 integrantes de la Asamblea Nacional (cámara de diputados), era vista más bien como una advertencia de las agrupaciones opositoras al gabinete por su implicación en el escándalo Clearstream.

En el tercer voto de desconfianza que enfrenta el equipo de Villepin, los partidos Socialista, Comunista y Verde lograron el apoyo de parte de la centrista Unión de Demócratas Franceses (UDF), la cual comparte el poder con la conservadora UMP.

El resultado de la votación era esperado, pues la centroderecha cuenta con 364 bancas, lo que le asegura una mayoría absoluta en el legislativo.

Sin embargo, el respaldo de parte de los parlamentarios de la UDF a la oposición de izquierda carece de precedentes desde el surgimiento de esa agrupación centrista, en 1978.

La imagen de De Villepin y la del propio presidente Jacques Chirac cayeron en uno de sus niveles más bajos, después de conocerse los detalles del referido escándalo, en el cual el Primer Ministro ordenó investigar cuentas bancarias de políticos galos.

Entre esas personas figura el titular del Interior Nicolas Sarkozy, quien era el responsable de Finanzas cuando en enero de 2004 De Villepin, entonces ministro del Exterior, encargó la investigación a un general de los servicios secretos.

Sarkozy solicitó la semana pasada la necesidad de que la Justicia fuera hasta el fondo en el caso Clearstream, un grupo financiero luxemburgués.

De acuerdo con versiones de la prensa francesa, que cita apuntes del ex jefe de los servicios secretos, general Philippe Rondot, el actual Primer Ministro siguió instrucciones de Chirac al indagar una relación de personas con depósitos en Clearstream.

Esa lista, que luego se demostró era falsa, fue elaborada por funcionarios allegados a De Villepin para intentar involucrar a Sarkozy y otros políticos en un caso de pago de comisiones ilegales por la concertación de una venta de fragatas, en 1991.

El escándalo Clearstream y sus ramificaciones dejó muy mal parados a los integrantes de la cúpula gobernante de la UMP, que ahora pujan entre sí para participar en mejores condiciones en las elecciones presidenciales del 2007.

 

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