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Mejora ocupación laboral en Las Tunas
Texto y foto: Pastor
Batista Valdés
LAS TUNAS.—Aunque en
cualquier lugar de Cuba hay suficientes experiencias acerca de las
posibilidades que brinda el Estado para todo el que desee trabajar,
Las Tunas continúa siendo un ejemplo curioso.
Los programas de la Revolución devienen fuente de empleo para muchas personas.
Sin una infraestructura
socio-productiva similar a la de provincias más desarrolladas, la
tasa de desocupación mantiene aquí el favorable comportamiento que
signó a este territorio, incluso durante los años 90.
Estadísticas en poder
de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social confirman
el continuo descenso en ese indicador, que si bien registraba más
de un 4% de desocupados (dentro del universo económicamente activo)
hace alrededor de una década, hoy no llega al 1%.
Explicó Rafael Torres
Marrero, subdirector de política de empleo, que tales resultados se
sustentan en una labor de seguimiento y de rigor para tratar de
garan-tizarle ocupación a todo el que la solicite, y de manera
especial a los jóvenes sin vínculo de estudio o de trabajo, a los
que egresan de la enseñanza politécnica, del servicio militar
activo, de centros de reeducación, y a mujeres que residen en zonas
apartadas, donde las opciones de inserción laboral se tornan más
difíciles.
Tal vez lo más visible
de ese empeño esté en lo que sucedió el año pasado. Si la
provincia se hubiera limitado a trabajar solo con la cifra de
personas que habían expresado interés o necesidad de empleo, con
poco más de 2 000 nuevas capacidades el problema habría quedado "resuelto".
En cambio, la cantidad real de ubicados superó los 10 000
ciudadanos.
Solamente entre los
jóvenes que permanecían desvinculados estudiantil o laboralmente
más de 6 000 hallaron una solución adecuada a su problema,
incluidos 1 307 egresados de cursos integrales de superación que
ingresan a la Educación Superior gracias a la posibilidad de
continuidad de estudios que también para ellos ofrece el país.
Programas como los que
se impulsan en diversas esferas de la vida nacional, actividades
como la construcción (con tendencia a reanimarse todavía más) y
los servicios de Educación y Salud, atraen también a una buena
parte de los interesados.
De hecho, más de 4 000
tuneros fueron ubicados el año anterior en distintas obras y
proyectos relacionados con esos nuevos programas, según afirmó
Rafael Torres.
No obstante hay quienes
muestran su deseo de trabajar y luego no aceptan las ofertas. Otro
fenómeno que preocupa a los especialistas, es la tendencia en
algunos empresarios a no declarar las plazas sin ocupar, actitud que
dificulta o entorpece la voluntad estatal por organizar mejor el
trabajo y facilitarle empleo a quienes de verdad lo necesitan y
están en condiciones de hacerlo. |