Lino
Oramas Gutiérrez
Foto: JORGE LUIS GONZÁLEZ
Con la firma de cinco acuerdos,
reflejo del alcance de los estrechos lazos de amistad entre Cuba y
Belarús, selló su visita oficial a la Isla, invitada por el
Presidente Fidel Castro, una delegación presidida por el
excelentísimo señor Serguei Sergueievich Sidorski, Primer Ministro
de esa república europea.
Carlos
Lage, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, junto
al Premier beloruso y otros dirigentes de ambos países y miembros
de las respectivas delegaciones presidieron el acto para rubricar
los documentos, hecho que fue catalogado como la más alta
expresión de la unidad de voluntades de ambos gobiernos por
incrementar el alcance de la cooperación y de las relaciones
bilaterales en general.
Los compromisos establecidos en una
ceremonia efectuada en el Salón de Protocolo del Laguito, al oeste
de la capital, son: Un Acta de Canje de Instrumentos de
Ratificación del Tratado de Amistad y Colaboración entre ambas
repúblicas, suscrito el 13 de septiembre de 2000, firmada por
Serguei Sergueievich Sidorski y Lage, así como Acuerdos en el
Sector del Transporte, sobre Servicios Aéreos, de Colaboración
entre el Tribunal Supremo Popular de nuestro país y el Tribunal
Supremo Económico beloruso, y de Intercambio Informativo entre la
Agencia Informativa Latinoamérica Prensa Latina y la Agencia
Telegráfica de Belarús, rubricados por representantes de las
respectivas ramas.
Los documentos que acabamos de
firmar, más allá de su importancia —expresó Carlos Lage al
finalizar la sesión—, reflejan la voluntad política de ambos
gobiernos de fortalecer y desarrollar nuestras relaciones
comerciales y políticas.
"La amistad y la solidaridad
entre el pueblo de Belarús y Cuba tienen una historia de más de 40
años", agregó el dirigente cubano, y a continuación
ejemplificó con expresiones palpables en nuestra vida cotidiana
como son los refrigeradores de la marca Minks, los camiones Maz o
los tractores MTZ procedentes de aquella nación y que tan populares
resultan a la población de la isla caribeña.
"Nos satisface fortalecer y
ampliar esas relaciones con Belarús, sentimos admiración y respeto
por su pueblo y su Gobierno, admiramos la firmeza con que defienden
la independencia y su soberanía, su digna resistencia a presiones
externas, que pretenden torcer la voluntad del pueblo expresada
recientemente en las pasadas elecciones donde el presidente
(Alexander) Lukashenko obtuvo una aplastante victoria, le
expresamos, estimado Primer Ministro, nuestra firme disposición de
trabajar por fortalecer las relaciones", concluyó Lage.
Por su parte, el ilustre visitante
señaló que la "visita tuvo lugar en un ambiente muy amistoso,
volvemos a confirmar que Cuba para nosotros es un importante aliado
estratégico tanto en la arena nacional como en la internacional y
para la colaboración de la que estamos hablando hoy en esta
reunión".
"Vamos a apoyar como lo hemos
hecho hasta ahora el rumbo político independiente que lleva Cuba
—enfatizó el dirigente belaruso—, y por nuestra parte siempre
hemos sentido el apoyo de Cuba en la arena nacional como en la
palestra internacional.
"Creemos que nos asiste el
derecho de determinar una política independiente y soberana
teniendo en consideración que en la II Guerra Mundial nuestro
país perdió uno de cada tres de sus habitantes. Nuestros soldados
no solo liberaron su país, sino que también acudieron a liberar a
Europa, y es por eso que después de la guerra mundial nuestro país
pasó a integrar la ONU como miembro plenipotenciario, seguimos
adelante con nuestra política independiente, organizamos la
economía de acuerdo con nuestros propios métodos y nos sentimos
con el deber y la obligación de ayudar a nuestros amigos."
A continuación se refirió a que
durante su presencia aquí han hablado acerca de la ayuda que han
prestado y que se disponen a prestar a Cuba, y explicó cómo la
amplia delegación estuvo integrada por miembros del Gobierno,
hombres de negocios, y se procedió a acuerdos concretos en el
suministro de vehículos pesados, para trabajar en canteras, en
minas; cooperación en el terreno de los servicios comunales, en los
marcos de un acuerdo de hermanamiento de las respectivas capitales.
También señaló los planes de que
Belarús suministre a Cuba productos alimenticios, y otros que la
Isla adquiere en el mercado internacional.
Expresó, por otro lado, los deseos
de obtener en Cuba diversas mercancías que ellos necesitan.
"Quisiera trasmitir —pidió,
dirigiéndose a Lage— las más cálidas palabras al Presidente
Fidel Castro, con quien estuvimos analizando ayer durante más de
seis horas el desarrollo de nuestras relaciones" y aseguró que
todos los acuerdos van a ser cumplido por la parte belarusa.
Asimismo trasmitió el saludo del
Presidente Lukashenko, al amigo pueblo cubano.
ENCUENTRO CON ALARCON
La
jornada sabatina se había iniciado en la sede de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, donde Serguei Sergueievich Sidorski
sostuvo conversaciones con su presidente, Ricardo Alarcón.
En el intercambio con el Premier de
Belarús y su comitiva en el que también participó Juan Contino,
presidente del gobierno en la capital, Alarcón auguró un
fortalecimiento de las relaciones entre los dos países tras la
presente visita.
Se refirió a las situaciones
similares vividas por ambas naciones con enemigos comunes que tratan
de desconocer la voluntad de los dos pueblos y de aislar a los dos
Estados del resto de la comunidad mundial debido a su independencia,
autodeterminación y políticas basadas en el interés de sus
ciudadanos.
El dirigente europeo consideró muy
grato estar en Cuba, y tras referirse a los objetivos de la
presencia de la delegación aquí, recordó también el clima de
hostilidad que vive su país al que se le pretenden imponer esquemas
por parte de Occidente, a pesar de que en las recientes elecciones
Alexander Lukashenko, fue apoyado por el 83 por ciento de los
ciudadanos, lo que demostró una vez más "que todo el pueblo
apoya a un gobierno independiente que se basa en los intereses de
ese pueblo".
"Merecemos —añadió— que se
nos respete", tanto por eso como por la contribución del país
a la liberación de Europa durante la II Guerra Mundial.