BUENOS AIRES, 22 de abril (PL).
— La norteña provincia argentina de Santa Fe emprendió esta
semana la segunda fase del programa de alfabetización Yo, sí
puedo, una iniciativa cubana destinada a acabar con el analfabetismo
en el Tercer Mundo.
La ceremonia de lanzamiento estuvo
encabezada por el gobernador de ese territorio, Jorge Obeid, quien a
su vez invitó al embajador de la isla caribeña en este país
sudamericano, Aramís Fuente, confirmó hoy Prensa Latina en medios
diplomáticos.
Obeid manifestó la decisión de su
administración de trabajar arduamente, con el objetivo de declarar
a esa provincia, tercera en importancia de Argentina, libre de
analfabetismo en 2007.
El dirigente agradeció la
colaboración prestada en esa esfera por Cuba, nación que calificó
de pobre en recursos naturales, pero rica en valores espirituales y
solidarios.
Al hablar sobre el plan
alfabetizador, la ministra de Educación santafesina, Adriana
Cantero, señaló que el proyecto significa una apuesta a la
dignidad humana y un ejemplo de trabajo solidario entre dos países
hermanos.
En todos los discursos, incluidos los
de una alfabetizada y una facilitadora, primó un sentimiento de
profunda gratitud hacia el pueblo cubano por el respaldo ofrecido a
esa campaña.
A su turno, el embajador Fuente,
declarado Huésped de Honor por la gobernación de Santa Fe,
subrayó el carácter revolucionario del Yo, sí puedo, concebido
—apuntó— para conquistar toda la justicia posible.
El diplomático expresó a Obeid la
disposición de la mayor de las Antillas de profundizar los lazos
políticos, económicos y culturales con esa región argentina.
Mediante el novedoso método
educativo, creado por el Instituto Pedagógico Latinoamericano y
Caribeño, con sede en La Habana, cerca de mil santafesinos de zonas
humildes aprendieron a leer y escribir durante la primera etapa,
denominada de exploración.
En su segunda fase (de
generalización), se abren grandes expectativas para miles de
personas de escasos recursos, asentadas en el noreste de ese
departamento.
Fuente y Obeid suscribieron un
acuerdo para garantizar la continuidad legal, por un año, del
mencionado proyecto.
En sus conversaciones pasaron
revista, además, al estado de las relaciones entre Argentina y
Cuba, en particular los esquemas de cooperación con el norteño
territorio, agregaron los propios informantes.