La severa sequía que afecta a la
provincia de Camagüey se recrudece, cuando este año el promedio de
lluvias es menor que en igual etapa del anterior y los embalses
apenas recepcionan el 28 por ciento de agua posible.
Albert Rodríguez, especialista del
Departamento Científico del Centro Meteorológico de Camagüey,
dijo a la AIN que en el transcurso de abril, mes en el cual pueden
ocurrir las primeras precipitaciones de la estación húmeda, apenas
han caído 41,8 milímetros, el 64 por ciento del registro
histórico.
De noviembre a marzo el acumulado
promedio de 2004 a 2005, cuando ocurrió las más severa sequía en
Cuba, y en particular en Camagüey, registró 118,9 milímetros,
mientras que ahora es de 100,5, por lo cual se considera crítica la
situación.
El pasado año, como resultado de los
fenómenos meteorológicos que azotaron el Caribe, y a Cuba en
particular aunque en menor proporción que otras zonas, en Camagüey
aumentó algo el nivel de los embalses y el manto freático también
se benefició.
Pero según Rodríguez, la humedad de
los suelos está hoy por debajo del 10 por ciento, resultado de las
pocas precipitaciones, la intensa evaporación por elevadas
temperaturas y la extracción lógica de agua para los abastos a
humanos, la ganadería mediante pozos y de la agricultura para
riego, por lo que estima muy deprimida la situación y persistente
la sequía severa.
Sin embargo, cuando hay un 22 por
ciento de agua en los embalses de suministro a poblaciones y unas
186 comunidades la reciben por carros cisternas para distribuir a
más de 120 mil personas, el servicio de la presa Máximo al sistema
que surte a la capital provincial constituye una loable solución
para mitigar la carencia de agua en las viviendas y dependencias
estatales.
Tras millonarias inversiones del
Estado cubano para paliar el desabastecimiento de agua por la
sequía, lo cual incluye también una conductora en construcción
para la ciudad industrial de Nuevitas y otra en proyecto para la de
Florida, la segunda de más población, ahora los programas se
encaminan a evitar despilfarros y salideros.
Las perspectivas indican una rápida
y necesaria inversión en las redes, principalmente en las de la
ciudad de Camagüey, muchas con unos 100 años de existencia.
(AIN)