PARÍS, 11 de abril (PL).—
Las organizaciones estudiantiles francesas convocaron hoy
manifestaciones para celebrar la victoria sobre el repudiado
Contrato de Primer Empleo (CPE) y, al mismo tiempo, mantener la
presión sobre el gobierno de Dominique de Villepin.
Las demostraciones continúan, pese
al anuncio del Primer Ministro de derogar, definitivamente, el CPE,
el cual permitía a los empresarios despedir a jóvenes menores de
26 años en los primeros 24 meses de labor, sin justificación, ni
compensación.
Al referirse a la necesidad de
retirar la referida disposición, contenida en el artículo ocho de
la Ley de igualdad de oportunidades, ni De Villepin ni el presidente
Jacques Chirac ahondaron en los detalles de las nuevas propuestas.
Los medios de prensa locales comentan
que del próximo paquete de medidas, el cual deberá sustituir al
CPE, sólo se conoce que dispondrá de un financiamiento del Estado
de unos 460 millones de dólares en los próximos dos años y medio.
Sin embargo, la mayoría de las 12
agrupaciones de trabajadores y estudiantes que durante casi tres
meses organizaron las protestas contra el CPE, considera que se debe
mantener la presión en las calles hasta tanto el Gobierno informe
sobre las medidas.
La retirada de la controvertida
legislación, rechazada los dos últimos martes por tres millones de
personas, cada día, puso contra la pared las aspiraciones
presidenciales de Villepin para la disputa en las urnas de 2007.
Tanto el jefe de Estado como el
Primer Ministro salieron mal parados, con los niveles más bajos de
popularidad, frente a una oposición de izquierda que ganó adeptos
al defender la lucha contra los intentos de hacer más precario el
empleo.
La prensa francesa comenta, sin
embargo, que uno de los notables favorecidos con la crisis, durante
la cual recluyeron a miles de jóvenes y más de una veintena de
ellos resultó herida, fue el ministro del Interior Nicolas Sarkozy.
Recientes sondeos indican que 51 por
ciento de los encuestados confía en Sarkozy para la introducción
de reformas sociales, en tanto sólo 21 piensa que De Villepin es la
persona idónea para materializar esos cambios.
El titular del Interior consideró
que la flexibilidad puede ser una oportunidad para la economía
nacional y sugirió que el debate de fondo sobre los cambios
sociales debe producirse durante la campaña electoral del venidero
año.
Sarkozy declaró a la radioemisora
Europa Uno que De Villepin debió conocer el momento oportuno para
mostrar pragmatismo y ceder en las negociaciones en torno al CPE, al
cual descalificó como elemento esencial de la política económica
del gabinete centroderechista.
El también líder de la
progubernamental Unión para un Movimiento Popular aprovechó la
ocasión para promover una reforma a la ordenanza sobre los
adolescentes, vigente desde 1945, para reforzar con urgencia las
sanciones impuestas a los menores de edad.
Precisamente, muchos de los
participantes en las demostraciones son estudiantes de más de 60 de
las 84 universidades del país y de cerca de 600 escuelas de
enseñanza media.