WASHINGTON, 11 de abril (PL).—
Los terroristas Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat comparecen hoy
ante un juez en Miami, en un intento por eliminar algunas de las
evidencias que lo incriminan por posesión ilegal de armas y
explosivos.
Álvarez y Mitat, cómplices del
connotado criminal Luis
Posada Carriles, declararán ante el magistrado Frank Lynch
en una audiencia especial en Fort Pierce, en la cual la defensa
cuestiona el allanamiento realizado por agentes federales a las
propiedades de los acusados.
Los abogados pretenden que sean
avaladas dos mociones acerca del comportamiento de la policía
durante el registro de los locales y la ocupación de las
evidencias.
Esos terroristas, de origen cubano,
fueron detenidos en noviembre último, luego de que un juez
autorizó una operación de búsqueda de pruebas en sus oficinas de
Hialeah, en Miami, Florida.
En los locales, la policía encontró
varias armas automáticas, algunas de ellas con la numeración
limada; máscaras de gas, miles de municiones, granadas, explosivos,
otros pertrechos y un pasaporte guatemalteco falso.
La audiencia contra los acusados
estaba fijada inicialmente para diciembre pasado, pero las
autoridades estadounidenses la postergaron para mayo.
Pese a las evidencias presentadas por
la fiscalía, la defensa maniobra para lograr la libertad
provisional de Álvarez, dueño de la motonave que trajo ilegalmente
a Posada Carriles a suelo norteamericano, en marzo de 2005.
Álvarez y Mitat, ambos de 64 años,
integraron la tripulación de la nave Santrina, que en marzo de ese
año recogió en Isla Mujeres, México, a Posada Carriles y lo
ayudaron a entrar a Estados Unidos.
Los dos primeros fueron trasladados
hace dos semanas a una cárcel del condado de West Palm Beach, donde
permanecen sin derecho a fianzas.
El juicio está fijado para el 8 de
mayo próximo en un tribunal federal de Fort Lauderdale.
Por su parte, Posada Carriles
continúa en un centro de detención en Texas, donde fue recluido en
mayo de 2005, tras aparecer en público en Miami y quedar en
evidencia su entrada ilegal a territorio estadounidense.
Hasta ahora Posada sólo lo
ha sido encausado por ese delito migratorio, ignorando una solicitud de
extradición presentada por Venezuela, cuya justicia lo demanda por
su participación en el atentado contra un avión cubano en 1976,
acción en la que perecieron 73 personas.