LONDRES, 10 de abril (PL).—
La gran cantidad de presos en Iraq por tiempo indefinido sin ser
acusados formalmente provocó alarma en la diputada laborista Ann
Clwyd, enviada por el primer ministro Tony Blair al estado árabe.
Clwyd abogó hoy por la liberación
de los prisioneros o su sometimiento a proceso judicial, pero
consideró que no podían continuar encarcelados por largo tiempo,
ni en tan alto número, en declaraciones a la cadena de radio y
televisión londinense BBC.
En declaraciones al periódico The
Observer, ayer, la diputada laborista precisó que algunos detenidos
desaparecieron como tragados por un agujero negro.
Sobre el particular, puntualizó que
Estados Unidos pudo evitar los abusos y torturas si desde el
principio se hubiera ocupado seriamente del asunto.
La enviada especial de Blair, dijo
que trasmitió al primer ministro sus preocupaciones, entre las
cuales figuró la deteriorada situación del sistema judicial
iraquí, el cual carece de abogados, jueces y empleados judiciales.
La diputada denunció que para
obtener informaciones sobre los encarcelados hay que hacer esfuerzos
extraordinarios y en muchas ocasiones sus nombres están mal
escritos.
También afirmó que la grave
situación que encontró en el sistema carcelario la trasladó a
funcionarios estadounidenses e iraquíes, en Bagdad.
Cese
la hipocresía en el tema de los derechos humanos