NACIONES UNIDAS, 10 de abril (PL).—
Cuba dirigió hoy veladas críticas contra Estados Unidos y
potencias europeas por mantener "una falta de voluntad
política real" para lograr progresos en el crucial tema
mundial del desarme.
Al intervenir en el debate general de
la Comisión de Desarme, el embajador cubano, Rodrigo Malmierca,
dijo que atribuir la falta de resultados concretos en este tema a
presuntas ineficacias de los métodos de trabajo es "una
visión simplista y tergiversada".
"Las dificultades principales
para avanzar están, en primer lugar, en la falta de voluntad
política real por parte de algunos Estados que han demostrado su
rechazo al multilateralismo y el desarme", añadió.
La Comisión de Desarme de la ONU no
ha podido en los últimos tres años lograr ni un acuerdo sobre los
temas sustantivos de su agenda debido a lo que el embajador
Malmierca describió como "la posición inflexible de un grupo
minoritario de Estados".
El representante cubano ante la ONU
declaró que su país también se opone a "las pretensiones de
algunos de ignorar o minimizar la relevancia del desarme nuclear e
imponer un enfoque de no proliferación selectivo".
De acuerdo con ese enfoque, el
problema no radica en la existencia de las armas nucleares sino en
la buena o mala conducta del que la posee.
Estimados oficiales señalan que aún
después de proclamado el fin de la Guerra Fría, en el mundo
existen cerca de 33 mil armas nucleares y que más de 13 de ellas
están listas para ser empleadas de inmediato.
En este sentido, el embajador
Malmierca dijo que Cuba reafirma la histórica posición del
Movimiento de Países No Alineados de que el desarme nuclear es, y
debe seguir siendo, "la más alta prioridad en la esfera del
desarme".
"La única solución real es
eliminar totalmente las armas y prohibir para siempre su
existencia", destacó.
También señaló como inaceptable
"aceptar pasivamente que se continúe gastando muchísimo más
en producir para matar que en salvar vidas".
Las estadísticas indican que el
gasto militar mundial supera los mil millones de millones de
dólares.
Especialistas aseguran que con esos
recursos se pueden alimentar durante un año a los 852 millones de
personas que padecen de hambre en el mundo o dotar medicamentos
antirretrovirales durante 40 años a los 38 millones víctimas del
VIH SIDA.