Los peloteros en caravana de la
victoria en la capital cubana
Un
calurosa bienvenida en las principales arterias de la Ciudad de La
Habana está recibiendo nuestro glorioso equipo de béisbol que tan
alto puso el nombre de la Patria en el I Clásico Mundial de
Béisbol, evento en el que finalizaron como subcampeones al caer con
las botas puestas en la jornada de ayer frente a la selección de
Japón.
El pueblo de la capital,
en representación de todo el país, se ha reunido en la calles para
vitorear la caravana de la victoria, y con ello expresarle su
infinita gratitud por el coraje demostrado en cada salida al
terreno, lo cual los llevó hasta la final de un certamen plagado de
jugadores de Grandes Ligas, y en el cual disiparon las dudas que
podían existir sobre la calidad del béisbol cubano.
Confirmaron, allí en el
escenario de esa pelota profesional y antes millonarias estrellas de
esa Grandes Ligas, que los títulos olímpicos y mundiales han sido
ganados por la altísima calidad de nuestra pelota, y rompieron el
mito profesional: las cualidades en este deporte no son patrimonio
de una Liga determinada y muchos menos de profesionales.
También lo hizo Japón
con su justo y merecido título, en una final, que por demás,
mostró a dos equipos prácticamente sin jugadores rentados, pues
Japón solo tuvo en Ichiro Zuzuki y el relevista Otsuka, a sus
únicos dos exponentes en el béisbol profesional estadounidense.
La caravana se aproxima
ya al coliseo de la Ciudad Deportiva, donde la comitiva beisbolera
es esperada para celebrar en ese otro escenario de grandes victorias
del deporte cubano, el acto oficial de bienvenida. |