PARÍS, 17 de marzo (PL).—
El presidente francés, Jacques Chirac, llamó hoy a un diálogo,
luego que casi medio millón de estudiantes se manifestó en unas 80
ciudades contra el controvertido Contrato de Primer Empleo (CPE).
Ante la extensión de esas protestas
y en vísperas de una demostración este sábado, organizada por
sindicatos, profesores y partidos de izquierda, Chirac indicó que
el gobierno estaba listo para las negociaciones. "Espero que se
abran pronto", declaró.
Chirac, sin embargo, defendió el
CPE, un proyecto presentado en enero pasado por el primer ministro
Dominique de Villepin y el cual permite a los patrones despedir a
los jóvenes menores de 26 años en los primeros 24 meses de empleo,
sin ofrecer justificación alguna.
La prensa gala comenta que De
Villepin, quien elaboró personalmente esa propuesta —aprobada por
el parlamento la semana pasada—, envió varios de sus ministros a
explicar las supuestas bondades de esa legislación.
El llamado al diálogo de Chirac
ocurre después que la policía arrestó a 300 jóvenes en los
últimos días, 187 de ellos sólo en esta capital, luego de
organizar protestas en el Barrio Latino, donde se ubica la
Universidad de la Sorbona.
Durante los disturbios en torno al
más prestigioso centro de altos estudios galo y en el bulevar de
Saint-Michel, cercano a ese lugar, las fuerzas antimotines emplearon
gases lacrimógenos y porras contra los educandos.
Esa batalla campal en pleno centro
parisino dejó un saldo de 18 estudiantes golpeados, mientras crece
el apoyo a los reclamos de las demostraciones entre otros sectores
de la sociedad francesa.
Una encuesta publicada este viernes
por el diario Le Parisien indica que el 68 por ciento de los
interrogados respaldó las exigencias de los manifestantes para
derogar el CPE.
Al respecto, el vicepresidente de la
Conferencia de Rectores Universitarios, Yannick Valée, declaró que
casi todos comprenden las demandas estudiantiles, aunque desean un
diálogo con el gobierno.
Valée recordó en entrevista al
periódico Le Figaro que el 70 por ciento de las universidades se
encontraban bloqueadas por los estudiantes, quienes reclaman la
abolición del CPE, cuya aplicación fue imposible de justificar por
el gabinete hasta el momento.
Además de París, las
demostraciones, en muchos casos violentas, se extendieron a grandes
ciudades como Marsella, Lyon y Grenoble, en el sur y sureste, a
Burdeos en el suroeste, Renes y Lille, así como Clermont-Ferrand,
entre otras.
Más de dos mil 500 agentes del orden
público participan en la represión del movimiento juvenil que
rechaza la criticada propuesta del gobierno, defendida a ultranza
por De Villepin.
Para este sábado, los gremios del
país, los profesores y los partidos de la oposición de izquierda
se sumarán a las exigencias de los jóvenes en una tercera jornada
de protesta nacional contra la referida legislación.
El pasado día 7, entre 400 mil y un
millón de personas marcharon por unas 200 localidades galas para
demandar la anulación del CPE.