Texto y fotos: Diego Rodríguez Molina

El pasado 27 de febrero se cumplieron 30 años de la proclamación de la República Árabe Saharauí Democrática (RASD), nación que aún no ha podido disfrutar de una verdadera independencia, que no ha alcanzado su consagración de Estado libre y soberano, sin la ocupación marroquí y la indiferencia internacional.

Especial fue la celebración en la Isla de la Juventud, territorio cubano al sur de La Habana, pues allí se ha escrito una de las obras más hermosas de solidaridad con ese país africano. Ha sido la formación de los jóvenes de ese territorio africano la expresión más nítida de esa inigualable obra. Pero ¿quiénes mejor que esos muchachos para narrar sus alegrías y sueños?

Abdalaha Mahomed El Balal llegó con 15 años, hoy tiene 27, se graduó como Medico en Pinar del Río y cumple el servicio social en la escuela Amistad Cuba-RASD, donde estudian adolescentes y jóvenes de su país en territorio de la Isla de la Juventud.

No puede ocultar su "satisfacción por ser uno de los más del millar de egresado de las universidades cubanas en estos 30 años, y aspirar, confiado, a realizar la especialidad en Ortopedia", pero advierte: "mi júbilo no es completo porque mi patria no es totalmente libre, ese es nuestro sueño más grande".

"Por eso continuaremos la lucha en todas las trincheras no sólo por mi país, sino por un mundo mejor, en el que se defiendan las causas justas como las del ALBA, del cual nos sentimos parte, porque no ese proyecto trasciende el área geográfica y se convierte en proyecto de hermandad, de integración real".

"Me siento feliz de atender a mis compatriotas, reciprocar el esfuerzo de Cuba y posibilitar que el médico que trabajaba aquí, cumpla otras misiones. Nunca olvidaré, al igual que ocurre con otras muchas familias saharauíes, que mi tío Abba Hemeda, cayó 1984 combatiendo en el frente. Tenemos arraigado el compromiso con la patria y nunca cejaremos de luchar".

Para Selma Sidahemed Mauslud, dirigente juvenil del Frente POLISARIO y graduado de Economía en Holguín, "mucho nos lleva a profundizar en las lecciones de la historia, el regocijo por estos 30 años de nuestra independencia, proclamada el 27 de febrero de 1976 y reconocida hoy por 82 naciones, pese a la ocupación de ese gendarme imperialista que es Marruecos".

"De manera que estas tres décadas también son las de nuestra resistencia contra la usurpación, el genocidio a que somos sometidos en nuestros campamentos argelinos, el retraso del referendo acordado por Naciones Unidas y otros compromisos incumplidos luego del cese al fuego en los años 90".

"En esa lucha permanente –subraya el joven profesional-- la ayuda de Cuba ha sido inestimable y el hecho de que el número de saharauíes egresados de sus universidades e institutos politécnicos, ascienda ya a dos mil, para una población que no sobrepasa los dos millones de habitantes, dice mucho de lo oportuna y efectiva de esa solidaridad multilateral de Cuba, una de las primeras naciones, además, en reconocer nuestra autodeterminación y la RASD".

Muchas vivencias tiene Baba Abd Elhay, alumno del décimo grado en la escuela Amistad Cuba-RASD, a donde llegó hace 5 años con apenas 11 de edad.

"Lo que no puede faltar en mis reflexiones por esta conmemoración, que representa un paso más en nuestra lucha por la total soberanía, es mi eterna gratitud a Cuba, a su máximo líder Fidel y a profesores tan preocupados por nosotros, por el respeto hacia nuestras costumbres, que aquí mantenemos, así como por los modernos medios tecnológicos puestos a nuestro alcance…".

"Prometimos a nuestro pueblo estudiar mucho para ser más útil y así lo hacemos…", insiste con madurez .