Con la condena al imperialismo yanki por el criminal sabotaje al buque La Coubre en el muelle de la rada habanera, el 4 de marzo de 1960, en el cual perecieron más de 100 personas, entre ellas seis marinos franceses, y el pase de lista de sus nombres en homenaje a las víctimas de tan horrenda acción, se celebró ayer en la Tribuna Antimperialista José Martí el acto por el aniversario 46 de ese abominable hecho, ocasión en la que el Comandante en Jefe pronunciará por primera vez la histórica consigna de Patria o Muerte.

Lesionados o mutilados por aquel sabotaje, familiares de las víctimas, testigos y participantes solidarios en la atención a los heridos, así como dirigentes y miembros de las organizaciones políticas y de masas de nuestro país expresaron su repudio a ese acto terrorista y a otros cientos cometidos por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense y la mafía anticubana de Miami contra nuestro pueblo en estos 47 años de Revolución.

Carlos Lage Dávila, vicepresidente del Consejo de Estado y secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, y la científica Concepción Campa, ambos miembros del Buró Político, presidieron el acto, junto a otros dirigentes del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, la Central de Trabajadores de Cuba, la Federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa de la Revolución y las organizaciones estudiantiles.

En sus palabras de resumen, Alberto Marchante, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Marina Mercante, Puertos y Pesca, hizo un recuento de aquel vandálico hecho que tenía como objetivo impedir que nuestro pueblo se armara para defender su triunfante Revolución, y refirió que las investigaciones realizadas por el Gobierno cubano con la colaboración de especialistas de otros países demostraron que el sabotaje había sido cometido por agentes de la CIA. Agregó que a 46 años de aquel crimen ningún Gobierno de Estados Unidos ha revelado ni desclasificado ningún documento al respecto, porque saben que ellos son los máximos responsables.

Recordó cómo el día del entierro de las víctimas el Comandante en Jefe Fidel Castro pronunció la histórica consigna de Patria o Muerte, convertida en realidad por nuestro pueblo en estos años de Revolución y subrayó que los trabajadores cubanos serán siempre fieles a los principios de nuestra sociedad socialista.

En el acto también habló Leandro Martínez Gorguet, hijo de una de las víctimas. Destacó cómo desde aquel brutal atentado los trabajadores portuarios, marítimos y de la pesca se han fortalecido y crecido más y avanzan por el camino de la eficiencia económica, lo cual demuestra que ni el sabotaje al buque La Coubre ni otros pudieron impedir el desarrollo de la Revolución y nuestra sociedad como han pretendido los imperialistas yankis.

Por su parte, Rosario Olegario Gómez, viuda de Arturo García Manduley, víctima de ese horrendo crimen, dijo que aún guarda el amargo recuerdo de cuando explotó La Coubre y fue hacia el muelle en busca de su esposo y solo encontró aquel dantesco espectáculo de destrucción y muerte. Rememoró cómo con su hijo, que entonces tenía cinco años de edad, recorrió hospitales donde veía nada más que cadáveres destrozados.

Dijo que los familiares de las víctimas ni el pueblo cubano en general podrán olvidar esa acción criminal.

Expresó que este atentado, al igual que el cometido con la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación en Barbados, donde perecieron 73 personas inocentes, son de los hechos más abominables ejecutados por agentes de la CIA y de la mafia anticubana de Miami, como el connotado asesino Luis Posada Carriles, autor confeso del crimen de Barbados, entre otras acciones terroristas, quien sigue sin ser sometido a la justicia y es cobijado por el Gobierno de Estados Unidos, mientras que Cinco Héroes cubanos permanecen injustamente sancionados en cárceles norteamericanas por haber luchado contra el terrorismo y evitar que hubiera más víctimas en nuestro país de las acciones terroristas organizadas desde territorio estadounidense.