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Otro grupo de norteamericanos se une al
contingente de la ELAM
Joaquín
Rivery Tur
rivery@granma.cip.cu
Nueve
jóvenes más. Bueno, en realidad ocho nuevos y una que regresa de
una licencia especial por enfermedad de la madre, acaban de llegar
para incorporarse al contingente de más de 80 norteamericanos que
estudian en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Había sonrisas y
esperanzas. La bienvenida la dieron José Miyar Barruecos,
secretario del Consejo de Estado, y Juan Carrizo, rector de la ELAM,
y no sorprendieron —por lo frecuentes— los rostros de Lucius
Walker y Helen Brenstein, de la organización Pastores por la Paz,
que vinieron acompañándolos.
Walker explicó con
placer la misión de traer a los nuevos estudiantes de seis estados
diferentes, entre ellos uno californiano de ascendencia indígena, y
la disposición de todos "de aprovechar la oferta increíble de Cuba
de formarse como médicos para atender a sus propias comunidades,
humildes, que no tienen acceso a atención de salud".
Mientras el gobierno de
Washington busca formas para presionar mucho más a la Revolución,
dijo, Cuba responde con amor y un compromiso revolucionario y ofrece
a los jóvenes ciudadanos de Estados Unidos cuidados que no pueden
recibir en su propia tierra. "Es una expresión revolucionaria de
amor", enfatizó.
Y allí al lado, Janice
Verbosky estaba en una silla de ruedas con la tibia rota y sonrisa
en el rostro. Se va a curar en la Isla y va a estudiar, y muestra el
mismo entusiasmo que Mayada Holt, la que tuvo que ir a asistir a su
madre enferma y ya está de regreso.. |