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Del mundo a las vegas
pinareñas
Ronald
Suárez Rivas
PINAR DEL RÍO.— Como
un día inolvidable, calificaron su estancia en las vegas de
Vueltabajo cientos de participantes en el VIII Festival del Habano,
que viajaron a la región de Cuba reconocida como productora del
mejor tabaco del mundo.
Europeos, asiáticos,
latinoamericanos, canadienses, unos distribuidores de los famosos
puros en sus países, otros fabricantes de artículos relacionados
con esta producción, o simples aficionados al hábito de fumar,
intercambiaron con hombres y mujeres afanados en la actual cosecha
El hecho de que el
cronograma de esta campaña se retrasó como consecuencia de la
activa temporada ciclónica del 2005, permitió a los visitantes
constatar las distintas fases agrícolas del cultivo, desde la
siembra hasta el secado.
Particularmente se
interesaron por los beneficios que obtienen las familias tabacaleras
y conocieron de sus altos ingresos, siempre que produzcan con buenos
rendimientos y calidad.
En las zonas de Río
Seco y Hoyo de Mena, en San Juan y Martínez, españoles, rusos,
portugueses, israelíes, canadienses y argentinos constataron cómo
se recolectan, ensartan y secan las hojas, tanto por el sistema
tradicional, como mediante la curación controlada.
Esta última variante,
se les explicó, ha recibido importantes inversiones por sus
ventajas para el secado de las capas con que se visten los puros, ya
que el proceso no está expuesto a los cambios de temperatura,
bastante frecuentes en esta etapa del año.
También fueron
visitadas por participantes en el Festival, plantaciones de San
Luis, Pinar del Río y Consolación del Sur, territorios que
conforman el llamado macizo tabacalero, pues es donde se cosecha la
mayor parte de las 1600 caballerías planificadas en la provincia.
(una caballería es igual a 13,47 hectáreas).
A la presente edición
del Festival del Habano, asisten alrededor de 1 000 personas
procedentes de 60 países, quienes disfrutan de un intenso programa
que incluye como principales atractivos la feria comercial, la
subasta de humidores y la gran cena de clausura.
Un fino espectáculo
cultural en la sala García Lorca, del Gran Teatro de La Habana,
sirvió para homenajear a la renombrada marca Romeo y Julieta y de
paso celebrar el aniversario 40 de la Cohiba. |