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El fin de una historia de obesos
Texto y fotos: RONALD
SUÁREZ RIVAS
Atravesando montes,
ascendiendo y descendiendo las escarpadas cuestas de la cordillera,
los encontró un periodista de la revista Bohemia. En un reportaje
exclusivo, publicado en julio de 1958, los recogió para la
historia.
Elpidio Carriles prefiere mantener apagados los recuerdos de sus hermanos.
"Son
tres y pesan 17 arrobas", así se tituló el artículo y sus
protagonistas, tres niños que pesaban en total 429 libras, eran
presentados como "los más gordos hasta ahora vistos".
Semanas antes, la misma
publicación mostraba a dos hermanos de Laguna de Piedra, Viñales,
a quienes con cinco y siete años, y 115 y 135 libras de peso
respectivamente, "daba la sensación de que nadie podría superarlos
en gordura".
Pero en Bolondrón,
Guane, al occidente de Pinar del Río, los hijos menores del
matrimonio Carriles Hernández, los rebasaban con creces.
Una pesa traída de la
tienda de víveres dijo la última palabra: María del Carmen, de
nueve años, 217 libras; Osvaldo Salvador, de siete, 146 libras, y
Martha Delia, que había cumplido recientemente 12 meses, 66 libras.
Casi medio siglo
después, Granma halló el reportaje y volvió a desandar la ruta
hasta Bolondrón para completar la historia.
HURGANDO EN LA
MEMORIA
Solo
ellos tres fueron obesos —confirma Elpidio Carriles, de 65 años,
el mayor de los hermanos— los otros cinco nunca tuvimos ese
problema, ni tampoco nuestros hijos y nietos.
Todos eran saludables,
se enfermaban muy pocas veces. La más chiquita fue la primera en
fallecer, a los 14 años de edad, porque le dio el sarampión y se
le complicó, recuerda.
"Osvaldo,
el varón, murió en 1985, de cirrosis hepática. Trabajaba
normalmente en el campo, cuando un médico de Guane se la
diagnosticó. La más longeva fue María del Carmen, quien falleció
hace tres años. Su único padecimiento era la presión arterial
alta."
¿LOS MÁS OBESOS?
Solo uno de los niños
más obesos registrados hasta hoy, superó en peso a los tres
hermanos de Guane.
Robert Earl Hughes de
Monticello, Estados Unidos, pesaba 203 libras a los seis años, 378
a los 10, 546 a los 13 y llegó a alcanzar 1 069 libras después de
adulto.
Sin embargo, tampoco es
la persona más obesa de que se tenga noticia, un récord que,
según la revista Dimensions pertenece a Carol Yager, también
norteamericana, quien llegó a registrar más de 1 600 libras.
Después de aparecer en
el reportaje de Bohemia, los tres niños de Guane nunca más
quisieron pesarse, pero todos fueron de talla descomunal.
"A
Martha, la menor, hubo que hacerle un ataúd especial donde cabían
dos personas", recuerda Elpidio.
¿QUÉ SE HACE HOY EN
CASOS SIMILARES?
"La
obesidad como estado anormal de salud, obedece a múltiples factores
de origen genético y ambientales", expresa la doctora Miladys
Orraca Castillo, especialista de segundo grado en genética
clínica. "Ambos se combinan en casi todos los estados de obesidad,
aunque según el caso, uno influye más que otro".
"Hoy
tenemos la ventaja de contar con los resultados del estudio
psico-social y clínico-genético realizado a personas con
discapacidades", asegura.
Pinar del Río, donde
parecían estar las personas más obesas de Cuba, posee una red
provincial de asesoramiento genético, cuyo objetivo principal es la
prevención.
Y ampliando el concepto
explica: "ello significa, en primer lugar, evitar que se produzca un
embarazo con ese riesgo; de ocurrir, detectarlo a tiempo para
realizar la interrupción; y si llegara a nacer, garantizarle una
atención multidisciplinaria que permita al individuo la mayor
calidad de vida posible.
Elpidio dice sentirse
feliz de que los niños cubanos tengan hoy esas atenciones.
Rehuyendo a la nostalgia, prefiere no conservar la copia del
artículo de Bohemia para mantener apagados los recuerdos de sus
hermanos, a quienes toda Cuba conoció como los niños más gordos
vistos hasta entonces. |