Banderas cubanas contra la ignominia

Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu 

Foto: RICARDO LÓPEZ HEVIAOtro 24 de febrero de gloria para la Patria. En solemne ceremonia y con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, nuestra enseña nacional fue izada al unísono en los 138 mástiles que, como símbolo de los años de lucha del pueblo cubano, se yerguen en el Monte de Banderas de la Tribuna Antimperialista José Martí.

Fue el tributo de toda la nación al aniversario 111 del Inicio de la Guerra Necesaria, organizada y dirigida por el Maestro. Una contienda que debía ser lo más breve posible para impedir a tiempo con la independencia de Cuba que los Estados Unidos cayeran con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América.

La convicción de que nunca renunciaremos a las conquistas fue esbozada por Ricardo Alarcón de Quesada, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, al resumir el acto: Nuestros mártires, ni sus sacrificios, ni sus ideales serán olvidados jamás. Sí, Maestro: conquistaremos toda la justicia, Viva Cuba Libre, Independencia o Muerte, Viva el Socialismo.

También en nombre de las nuevas generaciones, Hassan Pérez Casabona, segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, ratificó el compromiso de estas con la Revolución y denunció la actitud ultrajante y desvergonzada de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, que se estrellará contra la coraza moral y el honor de un país que ante, cada diluvio de calumnias, responderá con una avalancha de ideas y argumentos.

Quiso el destino que tan memorable fecha coincidiera con otros dos sucesos históricos: la creación hace medio siglo del Directorio Revolucionario, instrumento de unión y combate de la FEU, y la proclamación en 1976 de nuestra Constitución Socialista. Ambos hechos son referentes de la larga lucha comenzada hace más de un siglo.

Como colofón de la ceremonia patriótico militar, los participantes recibieron tres tomos del libro Cuba: La Forja de una Nación, del destacado periodista e historiador Rolando Rodríguez.

Un anuncio final hizo más emotiva la tarde. En las próximas 24 horas una guardia de honor permanecerá custodiando las banderas, en los cuatro puntos cardinales. Así, la voluntad de un pueblo de defender a cualquier precio su sagrada soberanía vuelve a manifestarse otra vez ante las narices de los representantes del imperio.

 

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