BAGDAD, 25 de febrero (PL).
— Una unidad élite de las fuerzas de seguridad halló hoy 14
cadáveres de policías cerca de una mezquita en el sur de esta
capital, informaron funcionarios del Ministerio del Interior.
Según las fuentes, los restos se
hallaban cerca del templo de Findi al Kubaisi, en Shurta, una
comunidad urbana integrada en su mayoría por musulmanes sunitas.
Hasta el momento se ignoran detalles
sobre los hechos, pero se amplió que los occisos fueron encontrados
en sus vehículos incinerados.
Medios de prensa no descartaron que
el hallazgo esté relacionado con enfrentamientos armados que
tuvieron lugar durante toda la noche del viernes.
Confirmaron que los combates entre
los agentes y milicianos presumiblemente islámicos chiítas
sucedieron en la mezquita de Al Kubaisi.
Los medios dijeron que la muerte de
los 14 efectivos marca un alto número de bajas para las fuerzas de
seguridad, ahora enfrentadas a un proceso de imprevisibles
consecuencias.
Además de ese templo al que acuden
musulmanes sunitas, los supuestos milicianos también la
emprendieron contra el santuario de Abu Hanifa.
El panorama iraquí se complicó
aceleradamente a partir del pasado miércoles, cuando con explosivos
hicieron volar una parte del techo de la mezquita de Askariya,
concurrida por chiítas.
Ese templo, visitado cada año por
miles de creyentes, es el santuario donde se guardan los restos de
dos importantes imanes del siglo IX, Ali al Hadim, muerto en el año
868, y su hijo Hassan al Askari, en el 874.
Según la genealogía religiosa,
ambos eran descendientes del Profeta Mahoma, y la bibliografía
sobre el chiísmo añade que Ali al Hadim fue envenenado en la
septentrional localidad de Samarra por hombres al servicio del
califa Al Mutawakkil.
En las 72 horas posteriores al
atentado en Samarra, unas 200 personas murieron en lo que llaman
combate sectario o califican como antesala de una guerra civil
cubierta de matices confesionales.