Tope Cuba-Nicaragua

Engrasando la maquinaria

SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu 

A pesar de estar jugando con el peso de la carga diaria de entrenamiento —9 horas antes del segundo choque los preseleccionados jugaron entre sí, en el Changa Mederos—, Cuba demostró en su primer juego vs. Nicaragua que su maquinaria se está engrasando, a pocos días de la partida hacia un examen muy riguroso: el Primer Clásico Mundial de Béisbol, en el cual intervendrán aproximadamente más de un centenar de jugadores de Grandes Ligas.

Foto: RICARDO LÓPEZYadel Martí pudo lanzar 5 innings con menos de 65 envíos.

Vamos primero a la alineación abridora. No hay dudas de que Higinio Vélez está probando más de una variante, aunque hay posiciones con nombres ilustres, la receptoría, por poner un ejemplo. Esta vez la dupla Michel-Yulieski ocupó lugares en el terreno y, sinceramente, no creo sea la definitiva, pues el slugger espirituano no es un consagrado en esa tan difícil misión de custodiar la intermedia y, peor, le afecta sensiblemente su rendimiento con el madero.

Hay dos hombres que, aparentemente, van a luchar a brazo partido por conseguir lo hasta ahora jamás alcanzado, el grado en un equipo Cuba grande. Ariel Borrero y Yoandy Garlobo han demostrado hace ya años ser bateadores de jerarquía, al nivel de un Frederich Cepeda, cuya lesión en la muñeca derecha que tanto lo molestó en Holanda ya es cosa del pasado y debe de estar "sembrado".

Faltan por jugar Yoennis Céspedes, Dayán Viciedo, Yoandry Urgellés, un trío que hará aún más difícil la selección en los jardines, cuyos defensores deben de ser cinco, si nos atenemos a una estructura de 3 receptores, 14 lanzadores y 8 jugadores de cuadro.

La palabra clave del Clásico será, nadie lo dude, pitcheo y, en especial, pitcheo de relevo. Para entender mejor lo acontecido detrás del plato, nada mejor que colocarse junto a especialistas, como Julio Romero, y observar lanzador por lanzador.

Vicyohandri Odelín: la mejor noticia fue verlo tirar 90-92 millas, señal inequívoca de no tener dolores en su brazo. Pero los rompimientos se le quedaron arriba y al medio, de ahí los 4 jits permitidos, a pesar de igual cantidad de ponches.

Yadel Martí: demostró que la reglamentación de 65 envíos en la primera vuelta puede permitirle a un pitcher "caminar" 5 innings. Tiró 61, de ellos 26 rectas y 35 rompimientos, 5 ponches y, muy importante, cero bases.

Yadier Pedroso: uno de los talentos más llamativos del pitcheo cubano. Se dio el lujo de tirar la recta más rápida del choque, 93 millas, su promedio de velocidad estuvo en las 90 y utilizó 25 envíos, entre ellos un tenedor mortífero.

Hasta aquí el análisis, pues pudiera extenderse hasta el infinito. Pero lo más importante fue ver a una maquinaria que, poco a poco, se está engrasando.

 

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