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Tope Cuba-Nicaragua
Engrasando la maquinaria
SIGFREDO BARROS
sigfredo.bs@granma.cip.cu
A pesar de estar jugando
con el peso de la carga diaria de entrenamiento —9 horas antes del
segundo choque los preseleccionados jugaron entre sí, en el Changa
Mederos—, Cuba demostró en su primer juego vs. Nicaragua que su
maquinaria se está engrasando, a pocos días de la partida hacia un
examen muy riguroso: el Primer Clásico Mundial de Béisbol, en el
cual intervendrán aproximadamente más de un centenar de jugadores
de Grandes Ligas.
Yadel Martí pudo lanzar 5 innings con menos de 65 envíos.
Vamos primero a la
alineación abridora. No hay dudas de que Higinio Vélez está
probando más de una variante, aunque hay posiciones con nombres
ilustres, la receptoría, por poner un ejemplo. Esta vez la dupla
Michel-Yulieski ocupó lugares en el terreno y, sinceramente, no
creo sea la definitiva, pues el slugger espirituano no es un
consagrado en esa tan difícil misión de custodiar la intermedia y,
peor, le afecta sensiblemente su rendimiento con el madero.
Hay dos hombres que,
aparentemente, van a luchar a brazo partido por conseguir lo hasta
ahora jamás alcanzado, el grado en un equipo Cuba grande. Ariel
Borrero y Yoandy Garlobo han demostrado hace ya años ser bateadores
de jerarquía, al nivel de un Frederich Cepeda, cuya lesión en la
muñeca derecha que tanto lo molestó en Holanda ya es cosa del
pasado y debe de estar "sembrado".
Faltan por jugar Yoennis
Céspedes, Dayán Viciedo, Yoandry Urgellés, un trío que hará
aún más difícil la selección en los jardines, cuyos defensores
deben de ser cinco, si nos atenemos a una estructura de 3
receptores, 14 lanzadores y 8 jugadores de cuadro.
La palabra clave del
Clásico será, nadie lo dude, pitcheo y, en especial, pitcheo de
relevo. Para entender mejor lo acontecido detrás del plato, nada
mejor que colocarse junto a especialistas, como Julio Romero, y
observar lanzador por lanzador.
Vicyohandri Odelín: la
mejor noticia fue verlo tirar 90-92 millas, señal inequívoca de no
tener dolores en su brazo. Pero los rompimientos se le quedaron
arriba y al medio, de ahí los 4 jits permitidos, a pesar de igual
cantidad de ponches.
Yadel Martí: demostró
que la reglamentación de 65 envíos en la primera vuelta puede
permitirle a un pitcher "caminar" 5 innings. Tiró 61, de ellos
26 rectas y 35 rompimientos, 5 ponches y, muy importante, cero
bases.
Yadier Pedroso: uno de
los talentos más llamativos del pitcheo cubano. Se dio el lujo de
tirar la recta más rápida del choque, 93 millas, su promedio de
velocidad estuvo en las 90 y utilizó 25 envíos, entre ellos un
tenedor mortífero.
Hasta aquí el
análisis, pues pudiera extenderse hasta el infinito. Pero lo más
importante fue ver a una maquinaria que, poco a poco, se está
engrasando. |