MANAGUA, 20 de febrero (PL).—
Los trabajadores de la salud iniciaron hoy el cierre de las áreas
privadas dentro de los hospitales públicos de Nicaragua, para
presionar al gobierno a que acceda a sus demandas de aumentos
salariales y mayor presupuesto para el sector.
"Efectivamente, se están
cerrando las áreas privadas, aunque algunas como las del Instituto
de Cardiología serán cerradas mañana, confirmó vía telefónica
a Prensa Latina el líder de la Federación de Trabajadores de la
Salud (FETSALUD), Gustavo Porras.
El también diputado sandinista
advirtió que un próximo paso, si las autoridades continúan como
hasta ahora haciendo caso omiso a sus demandas, será la ocupación
de las instalaciones hospitalarias por parte de los huelguistas.
Recalcó, sin embargo, que los
trabajadores mantendrán abiertas las salas de emergencia, para
atender la llamada ruta crítica.
FETSALUD, que agrupa a más de 20 mil
paramédicos, técnicos de laboratorio y demás empleados del
sector, exige un incremento de sueldo de 48 por ciento, así como un
mayor presupuesto para la compra de medicamentos.
El gremio considera igualmente
inadmisible la existencia del llamado servicio diferenciado en los
hospitales públicos del país, por considerarlo un "foco de
corrupción".
Esas áreas privadas incluyen
farmacias, clínicas y laboratorios que cobran por sus servicios a
la población y operan amparadas por las autoridades del Ministerio
de Salud (MINSA).
A la huelga de FETSALUD se suma un
paro total de más de tres mil galenos de la Federación Médica que
demandan una mejora de sueldo de 30 por ciento.
Los llamados médicos pro-salarios,
en huelga desde el 14 de noviembre pasado, reanudaron la atención
en las salas de emergencia luego de que el MINSA accediera el
viernes pasado a pagarles los salarios retenidos a 600 de ellos.
El gobierno alega que los compromisos
adquiridos con el Fondo Monetario Internacional le impiden realizar
reformas presupuestarias para satisfacer las demandas del sector de
la salud pública.
Para mañana está previsto que se
reanuden las conversaciones entre el Ejecutivo, la Federación
Médica y FETSALUD para tratar de encontrar una salida a la crisis.